La baja de Ramón Folch alteró los planes de Juan Antonio Anquela, que por obligación tuvo que modificar su pareja favorita en el centro del campo. Con el catalán sancionado, Anquela decidió apostar por la figura de Juan Forlín, que dio un paso adelante y acompañó a Rocha.
Eso motivó que Héctor Verdés ocupara la posición de eje de la zaga. Forlín ya fue utilizado en esa posición por Juan Antonio Anquela en más de una ocasión, pero estaba mostrando buenas sensaciones como central.
La falta de alternativas, con un Hidi que no se adaptaba del todo a la posición que había que cubrir y un Mariga falto de ritmo hizo que el técnico carbayón apostara por esta variante que no funcionó en Tenerife. Rocha y Forlín no se encontraron en las combinaciones y eso mermó la capacidad ofensiva de los azules.