Frenados en ataque

El Valladolid fue mejor que el Real Oviedo al que neutralizó prácticamente en todo momento. Los pucelanos consiguieron minimizar el empuje carbayón y dejaron a los azules casi sin ocasiones, hasta que Anquela buscó cambiar el partido con la entrada de Linares, que tuvo efecto aunque ya era tarde.

Y es que apenas hubo alternativas para los carbayones, sobre todo en la primera mitad. Unicamente un remate de Saúl desde la frontal y un cabezazo de Carlos a la salida de un córner inquietaron a Masip. 
Los mediapuntas no fueron capaces de asociarse, y cumplir así esa demanda de Anquela en las últimas semanas, pero tampoco de coger el peso a título individual, como sí había sucedido en otros partidos.
El único que lo intentó y dio frutos fue Saúl, que además fue le que dio la asistencia del gol a Linares en la segunda mitad. Fabbrini y Aarón no tuvieron su mejor día y Toché estuvo desasistido durante los 90 minutos.