El Real Oviedo puso con el partido de este sábado ante el Deportivo punto y final a la pretemporada, y desde este lunes comenzará ya a preparar el partido ante el Extremadura, con el que se abrirá la competición oficial. Desde que los carbayones volvieron al trabajo, Anquela ha insistido con la misma idea, una idea de la que también parte la planificación de una plantilla con retoques respecto a la anterior.
Sorprendió en los inicios de mercado el interés y la llegada a Oviedo de tantos jugadores del centro del campo. Tenía una justificación. Los mediocentros van a tener una importancia capital en el nuevo Oviedo que dibuja Anquela. Con el 4-3-3 por bandera, el conjunto azul quiere ser protagonista y llevar el peso del partido. Eso, evidentemente, sin olvidarse de ser ese equipo rocoso y compacto que siempre persigue el técnico andaluz.
La línea defensiva volverá a ser de cuatro hombres. La confección de la plantilla también le da a Anquela la opción de buscar diferentes perfiles desde los laterales. Algo que también ocurre en la portería, aunque esta es posición menos susceptible a cambios puntuales. La llegada de Champagne, complementario a Alfonso, aporta otro perfil en la portería carbayona.
Pero lo que también es novedad, es que el Oviedo ha conseguido acabar, parece, con el problema del 'nueve'. Desde el retorno al fútbol profesional, la delantera había sido la posición más complicada de cubrir para los azules, sobre todo el año pasado. La llegada de Ibra y la futura aparición de Joselu, unidos a Toché y a la figura de Steven desde el filial, formarían posiblemente una de las mejores delanteras de la categoría.
Un equipo compensado y una plantilla corta, como le gusta a Juan Antonio Anquela. El Oviedo ha aprendido de los errores y ha acudido al mercado nacional, con excepciones que no son significativas, ya que Ibra jugó en Primera y en Segunda y Bárcenas, al igual que el senegalés, sabe hablar castellano. La cantera apunta que podría tener un papel notable a lo largo de la campaña. El hecho de tener una plantilla corta, en la que no se descarta alguna llegada más si el mercado ofrece buenas alternativas, haría que los jugadores del Vetusta pudieran tener oportunidades si la competición lo requiere.