Otra vez la cara B
El Real Oviedo ha vuelto a tropezar este domingo en el Carlos Tartiere, en este caso ante el Elche. Los carbayones, igual que sucedió contra el Zaragoza, no fueron capaces de encontrar su mejor versión, algo que contrasta con la imagen ofrecida en otros partidos, como por ejemplo en el Anxo Carro sin ir más lejos.
El resultado deja un balance de dos puntos de nueve posibles como local, que contrasta con los siete de nueve a domicilio. En este arranque de temporada, el equipo da la sensación de encontrarse más cómodo lejos del Tartiere que en el coliseo azul.
En el partido de hoy, las imprecisiones fueron la tónica general en los jugadores azules. En defensa, con fallos que acabaron en ocasiones ilicitanas y en el centro del campo, con constantes pérdidas que impedían al Oviedo hacerse con el mando del partido.
En esas circunstancias era difícil que los hombres de arriba pudieran generar ocasiones, pero se buscaron la vida para ello. Joselu cazó un gol en un despiste de José Juan y Saúl se fabricó un tremendo disparo desde lejos que escupió el larguero.
El Oviedo tiene que acabar de pulir detalles y encontrar el camino recto. La nota positiva finalmente casi hasta acaba siendo que el equipo ha sumado un punto, y que no ha perdido, algo meritorio tal y como se desarrolló sobre todo la segunda mitad. El equipo no pudo reaccionar ni cuando Anquela apostó por un 4-4-2 en vez del 4-3-3, perdiendo incluso con el cambio de dibujo más presencia en el centro. El Oviedo mostró la cara menos buena de este arranque de temporada, pero por lo menos no cayó derrotado como local.
Ni el propio técnico carbayón, Juan Antonio Anquela, se explica lo que le pasa a su equipo en los partidos que disputa en el Tartiere y a domicilio: "La diferencia es muy grande y hoy en ningún momento hemos dado sensación de poder controlar un partido y eso me preocupa bastante".