Motivos para mantener la ilusión
El Real Oviedo vive entre dos aguas. Sus números lejos de casa invitan al optimismo y a creer en este proyecto, una imagen que aún no ha sido capaz de traducir en victoria en el Carlos Tartiere. Sin embargo, el balance global tras estas primeras seis jornadas de competición permiten mantener la ilusión, al ser el mejor arranque del equipo desde su retorno a Segunda división.
El debate divide a la afición entre los que piensan que este equipo puede estar preparado para pelear por todo o los que creen que la plantilla es corta y falta algo más para convencer. Pero entre opiniones, los números hablan por sí solos y demuestran que este inicio de curso mejora los tres anteriores desde el regreso del Real Oviedo a la categoría de plata.
Pese a que en el Tartiere aún no se ha conseguido la victoria, lejos de casa el equipo arrancó desde la primera salida. Ello le permite tener en su casillero, actualmente, nueve puntos, mantenerse en octava posición y estar a sólo uno de los puestos de play off. Datos anecdóticos cuando solo han transcurrido seis jornadas pero que invitan a que el ánimo generalizado siga creciendo.
El pasado curso, a estas alturas, los de Anquela ostentaban ocho puntos y se encontraban a dos de los puestos nobles. Peor fue el de la campaña 2016/17, en la cual los carbayones, tras seis jornadas, eran decimoctavos con cinco puntos, habiendo sumado tan solo una victoria. El año siguiente al ascenso, el inicio fue bastante positivo, con ocho puntos pero con más distancia que este sobre las plazas de arriba.
Durante todos estos años, el cuadro azul siempre ha estado al acecho de los puestos de play off, manteniendo distancias cortas pero sin ser capaz nunca de asaltar una de ellas. Este curso los números, de momento, invitan a soñar con ello. La clasificación no engaña.