El Real Oviedo adolece de problemas defensivos en este inicio de temporada. Tras los dos goles encajados este pasado fin de semana frente al Alcorcón, son ya 11 las veces en las que han perforado su portería en lo que va de curso, siendo el cuarto equipo que más encaja y promediando más de 1'5 goles en contra por partido, según la estadística ofrecida por Vintaje_Stats.
Sólo Córdoba, Nástic, Extremadura y Rayo Majadahonda (equipos que actualmente lindan u ocupan puestos de descenso a Segunda División B) igualan o empeoran el registro de goles en contra oviedista.
Esta sangría puede venir derivada del cambio de sistema impuesto por Anquela a principios de temporada. El control defensivo a través de la posesión, unido a la plaga de lesiones en la línea defensiva, contrastan con la solidez mostrada por la defensa de tres centrales y dos carrileros que funcionó durante el curso pasado.
Los de Anquela han encajado al menos un gol en todos sus partidos excepto en el encuentro en el que se enfrentó al Lugo, donde consiguió una victoria fuera de casa por 0-2. En la otra victoria esta temporada frente al Córdoba se acabó ganando pero encajó dos goles (2-4).
El Extremadura consiguió puntuar en el Tartiere en la jornada inaugural (1-1), ante el Cádiz tuvo que luchar para igualar el marcador (1-1) y el partido ante el Elche también se inició a contracorriente, aunque a la postre se consiguió empatar (1-1).
El Real Zaragoza evidenció el problema (0-4); el Mallorca les apeó de la Copa del Rey (1-0) y ante el Alcorcón se mereció algo más que una derrota (2-0) pero aún así encajaron un par de goles.
La enfermería asturiana está compuesta por Carlos Hernández (desde el encuentro ante el Zaragoza), Carlos Martínez (lesionado del adductor), Oswaldo Alanís (con una elongación en el recto anterior) y Prendes (luxación en el tobillo).
Las lesiones han hecho que Anquela sólo tenga cuatro defensas a su disposición para el partido ante el Albacete (Johannesson, Forlín, Cristian Fernández y Mossa), por lo que el técnico jiennense tendrá que reinventar su sistema defensivo si quiere evitar tener que marcar al menos dos goles para acabar ganando el partido.