La pantera, con las garras afiladas

Su llegada al Real Oviedo fue una odisea. Atrapado en Rumanía por temas de papeleo, el fichaje de Ibra se gestó durante semanas, en una llegada que al final se acabó dando y que ahora comienza a ofrecer frutos a una negociación tan complicada. El senagalés comenzó jugando poco, pero su entrega le acabó dando su titularidad, que ahora reivindica con goles; alguno tan espectacular como el anotado en el derbi ante el Sporting.

Hasta el partido de la jornada doce contra el Mallorca en el Carlos Tartiere, Ibrahima únicamente había sido titular en Copa del Rey. El gol en Tarragona y el hecho de haber revolucionado al equipo tanto contra el Nástic como contra Osasuna le valieron para irrumpir en el once, desplazando a Joselu a la banda derecha. Contra el Mallorca precisamente también respondió, y repitió en Riazor.

Ante el Sporting también fue titular y se reivindicó más todavía. Una espectacular chilena en el minuto seis hizo que se abriera el marcador y que se encarrilara el partido. En la segunda mitad fue sustituido y se llevó una de las ovaciones de la noche, marchándose incluso coreado por los 23.000 aficionados que llenaban el Tartiere y que tienen una simbiosis máxima con el senegalés.

Una identificación que va más allá de lo deportivo, ya que la lucha y la entrega de Ibra es de lo más valorado también por la grada. Esas características también son las que destaca Juan Antonio Anquela del jugador: "Yo lo que pido es trabajo y que el delantero que esté ahí, que se faje e Ibra lo hace".

Ibra reconocía que esa es una de sus señas de identidad: "Tengo que estar donde tengo que estar. Me gusta estar donde hay 'quilombo'. El balón llegó ahí, tuve que jugármela y me salió". De hecho, los tres goles que ha anotado con la camiseta azul son de delantero puro cazagoles. Ante el Nástic recoge un rechace del larguero en una acción a balón parado, contra el Mallorca recoge un tiro desviado de Tejera con la cabeza y contra el Sporting misma fórmula; un mal disparo de Tejera lo hizo bueno, en este caso de chilena.

Ya lleva tres goles, los mismos que Saúl Berjón y ambos son los máximos anotadores de los azules. Ibra, que se ha asentado en el once ya tiene las garras afiladas.