Otro esquema a escena

Las bajas volvieron a marcar la semana del Real Oviedo, que finalizaba con el partido en Los Cármenes ante el Granada. Anquela recuperaba a Christian Fernández y a Carlos Hernández, aunque este último sin ritmo de competición; aunque perdía a Javi Hernández. Todas estas circunstancias, unidas al mal resultado que ofreció la adaptación de Carlos Martínez al puesto de central derecho contra el Almería, hicieron que el técnico cambiara el plan, y dibujara un planteamiento distinto al de las últimas jornadas.

Anquela salió de inicio con un 4-2-3-1, situando a Carlos Martínez en el lateral derecho y a Diegui Johannesson por delante. Sergio Tejera ocupaba la zona de la mediapunta por detrás de Ibra. Un esquema que todavía no había utilizado el entrenador carbayón esta temporada. La idea de la pretemporada fue el 4-3-3, que pronto dio paso al sistema de tres centrales y dos carrileros, que acabó nuevamente, como sucediera el año pasado, convirtiéndose en el sistema habitual. El 4-4-2 quedó para recursos ocasionales si el partido así lo requería.

Anquela siempre manifestó desde su llegada, que su esquema favorito era el 4-2-3-1, con el que causa gran sensación en el Huesca temporadas atrás. Por circunstancias de confección de plantilla y de bajas no lo empleó lo que le hubiera gustado, pero este sábado, cuando la visita al campo del líder parecía indicar que la apuesta iba a ser la habitual, el técnico decidió volver a mover el árbol. Carlos Martínez se ubicó en el lateral derecho, menos expuesto que en la posición de central y Tejera dio un par de pasos hacia delante.

Esta modificación ofrece la doble lectura habitual. La positiva, hablar de la riqueza táctica del equipo, que puede jugar de diferentes maneras. Esa tesis se cae con los resultados; que no respaldan ninguno de los esquemas empleados. La lectura menos positiva es la de que Anquela no acaba de dar con la tecla, condicionado eso sí por las bajas que está teniendo en este momento clave de la temporada.