Punto de inflexión

El Real Oviedo ha comenzado de la mejor manera posible el nuevo año 2019 en lo que se refiere a resultados. No tanto a sensaciones, pero sí a lo que importa a efectos clasificatorios, como reconocía el propio Anquela en la previa del encuentro ante el Numancia. Después de cuatro partidos sin vencer y de una horrible racha a domicilio, se busca que esta victoria y que la manera de conseguirlo sea el punto de cambio en los azules de cara a un futuro en el que acercarse a puestos con aspiraciones en la tabla.

El Oviedo comenzó la jornada en la duodécima posición de la tabla, con 24 puntos, a ocho del Cádiz que marcaba los puestos de play off. Tras la finalización de la misma y con los tres puntos en su casillero, apenas ha reducido esa diferencia, que se queda en siete ahora con el Alcorcón, pero no ha dejado que esos puestos se escapen más, algo que habría sucedido con cualquier resultado que no hubiera sido ganar. Los azules han escalado dos posiciones, colocándose ahora en la décima, buscando mirar hacia arriba en próximos partidos.

La mejor oportunidad, como cada vez que se consigue algo positivo a domicilio, viene el próximo fin de semana. El Carlos Tartiere volverá a ser testigo, y después de dos partidos sin ganar en casa, los carbayones quieren volver a la buena senda ante un Tenerife que coquetea con los puestos de descenso, pero que lleva cuatro partidos sin perder.

La igualdad es máxima, nota predominante en la categoría, y como muestra sale el dato de que de los seis equipos que comenzaron la jornada en play off, ninguno consiguió la victoria. Eso ha hecho que los que vienen por detrás, como es el caso del Real Oviedo recorten diferencia con esas posiciones. En lo anímico y en lo deportivo, se espera que esta victoria suponga un punto de partida en 2019 para volver a sumar en positivo.