La defensa no se toca
El Real Oviedo ha conseguido mejorar sus datos de goles encajados en los últimos partidos en la tan ansiada búsqueda de la solidez defensiva. Pese a esa mejoría, acompañada de resultados, los azules siguen teniendo balance negativo, con un gol más en el total de encajados que en el de anotados. En el Tartiere es donde se están encontrando esas mejores sensaciones; ya que en los tres últimos partidos únicamente Machís consiguió batir a Champagne, con un balance de ocasiones pobre para los tres rivales: Málaga, Tenerife y Cádiz.
El Oviedo está en el buen camino en varios sentidos, incluido en el de la solidez. Un buen camino que ya comenzó con el último partido de 2018, ante el Málaga y que continúa en este arranque de 2019. En diciembre fallaron los goles a favor para acompañar la mejoría, goles que están llegando en este mes de enero. En las últimas nueve jornadas, los azules han encajado ocho goles, menos de un tanto por partido.
La recuperación de Carlos Hernández fue clave de cara a completar la línea de tres centrales, que parece inamovible, también por la baja de Juan Forlín. El propio Carlos Hernández y Christian Fernández escoltan a Oswaldo Alanís, que ha mejorado su rendimiento en la posición central de la zaga. En los carriles hubo más variación, todo debido a las circunstancias. En el derecho Diegui y Carlos Martínez se han ido alternando y en el izquierdo también Javi Hernández y Mossa han ido cambiando de posición, con el joven andaluz pasando incluso en alguna ocasión por el puesto de Christian.
Pero las bajas continuadas y las buenas sensaciones ante el Cádiz podrían hacer que la apuesta se repitiera en Elche, con la misma línea de tres centrales y dos carrileros; formada por Carlos Martínez, Carlos Hernández, Oswaldo Alanís, Christian Fernández y Javi Hernández. La recuperación total de Mossa y la necesidad de Diegui en la zona de tres cuartos restan opciones a posibles cambios en la zaga. Todo ello sustentado por Champagne en la portería.