Cambio en el plan sin resultado

Sergio Egea había tocado pocas cosas desde su llegada al Real Oviedo. La entrada al once de Viti en el lugar de Bárcenas ante el Numancia había sido el único cambio en las alineaciones, que siempre se habían marcado bajo el dibujo del 4-4-2. En el Heliodoro ante el Tenerife, el técnico argentino tuvo que hacer tres cambios obligados en el once, pero hizo uno más, que además supuso un cambio en el esquema hacia el 4-3-3. Con ninguno de los dos sistemas el Oviedo fue capaz de hacer daño al Tenerife.

Sergio Egea había apostado por el 4-4-2 desde su llegada. Ya antes incluso de configurar la primera alineación, el técnico mandó una declaración de intenciones en su presentación como nuevo técnico, hablando de ir desde el primer minuto a por los partidos. En Almería el plan salió, y el once se repitió ante el Granada y contra el Málaga. En este último encuentro el resultado no fue positivo, y Egea apostó por tocar una pieza ante el Numancia. Viti, que hizo méritos en partidos anteriores, entró por Bárcenas, que no estaba con la chispa de otros momentos de la temporada.

De cara a Tenerife, Mossa, Alanís y Bárcenas volvieron al once, cubriendo los huecos de los sancionados, pero Egea realizó otra modificación más, dando entrada a Folch en el centro del campo en lugar de Ibra, pasando así al 4-3-3. El técnico buscaba que el equipo aguantara los envites del Tenerife y no sufriera como en Málaga, pero el gol de Suso desde el punto de penalti en la primera parte alteró el plan.

Tras el descanso, Sergio Egea retornó al plan inicial, pero el segundo gol del Tenerife frenó una reacción que llegó de manera tímida. Los azules no dieron apenas sensación de poder sacar algo positivo, y pese a estar perdiendo, apenas se acosó el área local, en un Oviedo que se mostró falto de ideas.