El Real Oviedo ha dado un salto de calidad desde la llegada de Javi Rozada al banquillo. Las sensaciones son mucho más positivas y el equipo compite mejor. Con Sergio Egea en el banquillo se consiguió un punto en cinco partidos. En los mismos encuentros Rozada ha logrado 6 puntos, ascendiendo el total a los siete puntos que la entidad tiene en la clasificación.
Si miramos la tabla al término de la jornada cinco, y al final de la jornada diez, el Oviedo sigue siendo colista, pero nos llevaríamos a engaño si solo nos fijásemos en este dato. En aquella ocasión, los azules estaban a tres puntos de la salvación, mientras que ahora tan solo hay un punto entre el último y el decimoctavo. Esto significa que se ha comprimido la zona baja.
Los errores se siguen repitiendo, pero cada vez más diluidos y eso es síntoma de la mejoría que está experimentando el equipo. Si LaLiga SmartBank hubiera arrancado con la llegada de Rozada al equipo, el Oviedo sería décimo, empatado a puntos con el Racing y el Elche. Este es otro factor que llama al optimismo, y habla bien del trabajo realizado por el entrenador carbayón y su cuerpo técnico.
El cuadro azul ha enlazado tres partidos consecutivos sin perder, con dos empates y una victoria. En los últimos tres encuentros solo Cádiz, Las Palmas, Numancia, Rayo Vallecano y Extremadura pueden decir lo mismo. La próxima piedra de toque para los carbayones es el Albacete. Una victoria en el Carlos Belmonte podría permitir a los ovetenses abandonar la zona de descenso, unas posiciones que lleva copando desde la jornada tres.