Listas las lámparas de calor para cuidar el césped del Tartiere

Desde la mañana de este jueves, el Real Oviedo tiene en sus instalaciones las lámparas de luz artificial que servirán de protección para el césped del Carlos Tartiere. Tras meses abordando la cuestión del estado del terreno de juego del estadio carbayón, el club da un gran paso adelante con la implantación de una tecnología puntera.

La ubicación y orientación del Carlos Tartiere no es la idónea para recibir la mayor cantidad de luz natural. Eso afecta a la vida del césped y acelera su deterioro. Para evitar el mayor daño posible se ha decidido instalar estas lámparas de calor que cuidan y protegen el césped aportándole la luz y la temperatura que necesita para su mejor conservación.

En enero de este mismo año, el socialista Wenceslao López, alcalde de la ciudad de Oviedo en ese momento, explicó que "la orientación del campo es un problema permanente". "Una solución puede ser el uso de lámparas", añadió.

Varios meses después, durante el cambio de césped en el Carlos Tartiere en julio, el vicepresidente Manolo Paredes se pronunció al respecto. Aseguró que esa renovación zanjaría definitivamente los problemas que da cada temporada el estado del terreno de juego del estadio. "Era público y notorio cómo se ponía el campo en invierno. Han existido sanciones de LaLiga y hay que atajar todos esos problemas", declaró.

El estado del Tartiere, motivo de multas

El pasado mes de abril, LaLiga impuso una multa al Real Oviedo tras el partido contra la UD Las Palmas. La sanción fue de un total de 800 euros. La mitad de ese montante se debió a la falta de drenaje del césped. La razón de la cantidad restante fue la infección de césped por un hongo.

El Tartiere está enclavado en un terreno que en su día fue descrito por Iyán González Castro, geólogo y abonado del club, como altamente poroso, susceptible de albergar gran cantidad de humedad. La formación geológica sobre la que está construido el estadio es uno de los principales niveles acuífero de la zona. Esto hace de la humedad una constante, la cual desemboca en la aparición de escorrentías, algas y hongos.

Con esta última incorporación para su conservación, debe dejar de ser un problema el césped. Es una tecnología con la que cada vez cuentan más clubes alrededor del mundo y que ha mejorado las condiciones del terreno de juego de muchos estadios.