El Real Oviedo terminó un 2019 con más sombras que luces después de sumar un empate ante el Racing en El Sardinero. Con este punto, el cuadro carbayón cierra el año con 22 puntos en su casillero y a uno del descenso, uno más cerca que la pasada jornada. De esta forma, los de Javi Rozada comenzarán el nuevo año con el peligro demasiado cerca.
La última alegría del año llegó a medias. La afición que se desplazó hasta Santander en masa tuvo que conformarse con un punto que no es mal botín al tratarse de un rival directo, aunque todo el mundo confiaba en terminar el 2019 con una victoria.
Pero si no se puede ganar, al menos no hay que perder y eso es lo que hizo el Oviedo para sumar un punto y ostentar 22 en su casillero a la finalización del año y de la primera vuelta. Unos números que han ido mejorando sobre todo en las últimas jornadas, donde ya se ha visto a un equipo más compacto y firme ante sus rivales.
Málaga CF y Lugo, dos rivales cercanos en la tabla, igualaron a un tanto en La Rosaleda y ambos ostentan los mismos puntos que el cuadro de Rozada. El Extremadura consiguió el triunfo por la mínima en Gijón, mientras que otros rivales como el Tenerife cayeron, eso sí, a manos del Deportivo, un colista que trata de resucitar.
Sin embargo, no ganar ante el Racing de Santander tuvo como consecuencia acercarse un poco más a los puestos de descenso. El cuadro asturiano comenzó la jornada a dos puntos del peligro y ahora se encuentra a uno. Tan sólo es un dato, ya que con 21 jornadas más por delante aún hay tiempo de alejarse mucho más y escalar. La cercanía con el descenso debe mantener la tensión entre los jugadores azules, que tratarán de empezar con mejor pie un 2020 que todos confían que sea más positivo.