El Real Oviedo ha cerrado el mercado de invierno de forma satisfactoria con cinco incorporaciones que se espera que den una salto de calidad al equipo. La sintonía entre Arnau, Rozada y el Consejo de Administración ha sido total para que las negociaciones llegasen a buen puerto. Se ha reforzado al equipo en todas las líneas desde la portería hasta la delantera.
Hubo un tiempo en en el que la comunión entre todos los estamentos no estuvo tan clara. En la edición de este miércoles de La Nueva España, se ha hecho referencia a las discrepancias que tuvo Anquela con la parcela de la dirección deportiva en su segunda temporada en el Oviedo. El equipo azul adolecía de mordiente arriba, sobre todo porque la llama de Toché se iba apagando. El escogido por el jienense era Enric Gallego, que había sido clave en el ascenso de Extremadura. La dirección deportiva, en aquel entonces dirigida por Martín González con el asesoramiento de Del Olmo, rechazó la petición de Anquela porque no tenía experiencia en la categoría y no era el perfil de jugador que gustaba en México.
En su lugar se decidió incorporar a Joselu, que no cumplió las expectativas puestas en él con ninguno de los tres entrenadores que tuvo. El delantero onubense se ha tenido que buscar minutos en el Tenerife, mientras que Enric Gallego afronta su segunda juventud en primera con Osasuna.