Publicidad en las camisetas y un intento de secuestro: recuerdos de la etapa de García Yagüe en Oviedo

Con motivo del coronavirus y el parón a nivel deportivo que esto ha supuesto, los clubes de fútbol se esfuerzan en proponer a sus seguidores nuevas actividades a través de redes sociales con las que afianzar esa relación ya existente entre club y afición. El Real Oviedo hizo un guiño a un momento curioso de su historia, cuando el cuadro 'carbayón' incluyó publicidad por primera vez en su historia.

Esto se produjo en la temporada 1983-1984, momento en el que FIAT se interesó por el equipo asturiano a modo de escaparate. Todo en un momento débil a nivel deportivo para el conjunto azulón, inmerso en la categoría de plata del fútbol español, aunque relativamente estable tras volver del pozo de la Segunda B.

Daniel García Yagüe cogió las riendas del club en el año 1979, en lo que supuso un incentivo económico importante para la entidad. Su equipo aprobó, el 29 de octubre de 1981, un plan para incrementar los ingresos del club y sacar tajada de las marcas: a partir de entonces, las camisetas del Oviedo lucirían publicidad.

Pero no a cualquier precio. En esa misma asamblea de compromisarios se acordó que ninguna empresa podría anunciarse por menos de seis millones de pesetas, precio fijo hasta final de curso. Nadie se interesó, y no fue hasta dos años más tarde cuando firmaron su primer acuerdo. Todo encaja, García Yagüe, propietario de un concesionario de coches, 'amarró' a la empresa FIAT para inaugurar una nueva era.

Pero el presidente, sustituido en 1984 por José Luis Bango, también vivió de cerca la remodelación del Carlos Tartiere de cara a convertirse en sede del Mundial del 82. Luis Riera, primer alcalde de la ciudad tras la restauración de la democracia, lideró un movimiento muy criticado por la oposición. Al vencer en el pleno, el Mundial llegó a Oviedo y Riera fue aplaudido en el Tartiere por la gente, agradecida por tener la oportunidad de poder disfrutar de algunos de los mejores jugadores del mundo a escasos metros de casa.

La crónica negra de su presidencia se produjo al poco tiempo de sentarse en la silla. El 21 de agosto de 1980, según narra una crónica de El País, tanto él como su mujer fueron asaltados en la puerta de su casa por dos encapuchados. Era viernes, de madrugada, de vuelta de jugar al bingo en el Real Automóvil Club. No obstante, García Yagüe no se dejo intimidar y logró frustrar el plan de los atracadores, que huyeron del lugar de los hechos sin herir a ninguno de los miembros del matrimonio.

Su etapa terminó un año antes del primer título de la entidad, cuando en la temporada 1984/85 se alzó con la Copa de la Liga de Segunda División. Dos temporadas después volvió a la categoría de bronce, el impulso final antes de vivir la mejor etapa de su historia; la que disfrutó al inicio de los '90, con el equipo disputando competición europea.