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Radomir Antic: una vida plagada de anécdotas

Radomir Antic, fallecido este lunes a los 71 años de edad, es historia del fútbol español y el único entrenador que ha dirigido al Real Madrid, al Atlético de Madrid y al Barcelona. Al margen de su estancia en estos clubes también dirigió al Zaragoza, al Celta de Vigo y al Real Oviedo. Al equipo carbayón le entrenó en dos ocasiones, a principios de los años 90 y en la temporada 2000/2001.

Su vida ha estado plagada de anécdotas que le ayudaron a forjar su carácter afable y siempre querido por todos. Siempre contó una historia que le sucedió cuando era pequeño en la escuela. En el colegio un profesor hizo una pregunta a los alumnos acerca de su futuro profesional, de qué les gustaría trabajar y de qué no. Radomir indicó que quería ser ingeniero mecánico y no le gustaría barrer la calle. Al día siguiente cuando llegó el profesor ordenó sentarse a todos menos a Antic y le dijo: "Puedes llegar a ser ingeniero mecánico porque eres inteligente y buen alumno, pero lo que has dicho de que no quieres limpiar las calles es una vergüenza. Cada trabajo honesto hay que valorarlo, y lo único que no deberías querer ser es un criminal".

Cuando empezó como jugador profesional concedió una entrevista para el periódico y compró dos ediciones para dársela a sus padres y que estuvieran orgullosos de él. Cuando lo vio, su madre le dijo: "Has llegado muy lejos, ahora la gente puede limpiarse con tu cara". Años más tarde, el propio Antic se dio cuenta que el motivo de esa contestación era una forma de que no se le subiera el éxito a la cabeza y siguiera progresando.

Antic, durante su etapa como entrenador del Real Oviedo (Foto: ROV).

Radomir siempre ha estado ligado al mundo del deporte, pero no siempre al del fútbol. Llegó a participar en algún combate amateur de boxeo, fue campeón de ajedrez y le ofrecieron jugar en un equipo serbio de baloncesto, pero lo rechazó para dedicarse al fútbol.

La última de las anécdotas tienen que ver con su primera visita a nuestro país. La primera vez que vino a España fue en un torneo de verano, a la ciudad de Valencia. Como Yugoslavia era un país comunista, antes de viajar les dieron una charla alertando a la expedición de los peligros de nuestro país. Cuando vio cómo era España se dio cuenta que le habían mentido y desde ese momento aprendió que cualquier cosa que le contaran los medios de un país no se la creería si no lo viese con sus propios ojos.

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