La ciudad china de Hangzhou copa las portadas en el Principado tras la donación de miles de mascarillas a la ciudad de Oviedo, las cuales han sido recibidas en el cuartel de la Policía de Rubín. Ambas ciudades, separadas por más de 12.000 kilómetros, están hermanadas desde el pasado 12 de mayo de 2006 y es una buena señal de calma entre tanta tempestad. Además, las cajas en las que venía envasado el material contenían un mensaje de esperanza para superar la situación creada por el coronavirus: "Los días difíciles no duran, la gente resistente sí dura".
Ante tal gesto de generosidad, el alcalde de la capital del Principado se pronunciaba en nombre de todos los ovetenses: "Toca agradecer esta muestra de cariño", señalaba Alfredo Canteli, que ve en la iniciativa de Hangzhou una respuesta al apoyo que la ciudad de Oviedo ofreció en el mes de febrero a China, que atravesaba su fase más crítica para con la crisis del coronavirus.
En los últimos años, ambas ciudades han querido dar más contenido a su hermanamiento, estrechando lazos tanto comerciales como culturales. En 2007, una delegación de Hangzhou compuesta por siete personas, con el presidente del congreso municipal a la cabeza, Wang Guoping, recibía una placa con el nombre de la ciudad china en el Principado de Oviedo, la misma que cuelga en una de las vías de la zona de Prados de la Fuente.
Pero la cosa no queda ahí. Pues cuatro años más tarde, en 2011, una delegación de miembros del consejo municipal de Hangzhou encabezada por Huang Kunming visitaba al entonces alcalda de Oviedo, Gabino de Lorenzo. La estancia duraba dos días, tiempo más que suficiente para quedar impresionandos "por la belleza y la limpieza" de la capital del Principado de Asturias, desde donde no se dudó en aportar su granito de arena con sus 'hermanos' chinos cuando estalló la crisis del COVID-19.