Si algo caracteriza a Ibra Baldé es que siempre habla claro. Y en esta ocasión, tras la sesión matinal del martes, no ha sido menos. En una rueda de prensa telemática, el delantero senegalés ha analizado lo que supone volver al trabajo sobre el verde de El Requexón junto al resto de sus compañeros, así como del posible regreso de LaLiga SmartBank. Pero también lo hacía sobre su futuro en el club carbayón, con el, sobre el papel, que acaba contrato el próximo 30 de junio.
Pero Ibra es uno de los nueve jugadores que, junto al 'Cuco' Ziganda y Bingen Aróstegi, alcanzaron un acuerdo en el club para terminar el campeonato en caso de que este se reanude y finalice más allá de dicha fecha. No obstante, eso no garantiza su continuidad la próxima temporada, si bien el atacante confía en que así sea y lo pospone todo para una vez se supere la crisis sanitaria generada por el coronavirus: "Ojalá me renueven para la próxima temporada", aseguraba.
"Todavía no he hablado nada con el club. Ahora lo único que hay que hacer es entrenar y volver a competir. No he hablado con con la dirección deportiva de nada de eso eso. Solo sé que yo tengo que estar aquí cada día y hacer mi trabajo, luego ya veremos qué pasa", añadía Ibra, que confía en ganarse el favor de un Francesc Arnau que tiene entre sus prioridades reforzar la delantera de cara al próximo curso.
En una línea similar, el africano se mostraba agradecido al Real Oviedo por la decisión de no hacer un ERTE durante el estado de alarma, lo que convierte al club en el único de la categoría en no tomar esta decisión: "Tenemos que estar más comprometidos que nunca, hacerlo todo como siempre o mejor todavía", reconocía.
Ya a modo de cierre, Ibra lamentaba que la vuelta de LaLiga se dé sin aficionados en las gradas: "Jugar en el Carlos Tartiere sin mi gente no es fútbol, pero habrá que adaptarse. Nos apoyarán desde fuera aunque no será lo mismo que cuando grita el estadio", sentenciaba.