La triste realidad de Borja Valle en el Dinamo de Bucarest: tres meses sin cobrar

Tras el descenso del Dépor a Segunda B, el nombre de Borja Valle sonaba para reforzar la plantilla del Real Oviedo, donde jugó entre 2014 y 2016. Pero finalmente, el berciano se unía al ambicioso proyecto del Dinamo de Bucarest, encabezado por el andaluz Pablo Cortacero, representante en España de la empresa Benel International. La nueva directiva prometió una inversión de 10 millones de euros para su primera temporada, pero meses después, la situación comienza a volverse desesperante.

Y es que la mayoría de los jugadores, entre los que se encuentra el propio Borja Valle, así como los miembros del cuerpo técnico y demás empleados del primer equipo encadenan tres meses sin cobrar. A aquellos que ya estaban en el club la pasada campaña se les pagó un mes y medio para que no quedaran libres, siendo de dos meses la deuda que más liviana. Además, hay empleados de la cantera que acumulan hasta cinco meses sin percibir sus salarios.

Esta difícil situación se ve reflejada en el terreno de juego, ya que el Dinamo de Bucarest apenas suma cuatro puntos en siete partidos, resultado de una victoria, un empate y cinco encuentros, que son los que encadena perdiendo de forma consecutiva. Pero puede ser aún peor, ya que los integrantes de la primera plantilla ya comienzan a valorar el tomar medidas severas, llegando incluso a plantearse dejar de competir.

Así las cosas, parece que la jugada no le ha salido demasiado bien a Borja Valle, quien en el aspecto personal, más allá del tema salarios, es un fijo a las órdenes de Cosmin Contra. Ha sido titular en los siete partidos de Liga y suma tres goles. El primero de ellos, en la primera jornada ante el FC Botosani, se convirtió incluso en un serio candidato al Puskas.