La emotiva carta del padre de Manuel, un niño con 'huesos de cristal', al Oviedo: "Nos queda otra bala en la recámara"

En medio de los disgustos que acarrea ser seguidor de un equipo de fútbol, siempre aparece alguien que nos recuerda que hay que mirar la vida con perspectiva. El último en hacerlo ha sido Avelino Rubín, padre de Manuel y Juan, que ha escrito una carta al Real Oviedo pidiendo al equipo que no baje los brazos y que saque fuerzas del "corazón". Sobre todo por el primero de sus hijos, socio y forofo del club, que padece la enfermedad de los huesos de cristal.

En su misiva, Avelino recuerda que el área social del Real Oviedo ha ayudado a Manuel en otras ocasiones y que escribe estas letras y las dirige a la plantilla oviedista. Señala que, cuando las fuerzas, la técnica o la constancia no son suficientes, "aún nos queda otra bala en la recámara que es el corazón".

Sufrir con las derrotas es normal, dice Manuel en escritura de Avelino, pero alegrarse el doble por las victorias es mejor. Y, especialmente, no bajar nunca los brazos, por difíciles que se pongan las cosas, tal y como señala en la carta que el Real Oviedo ha publicado en sus redes sociales.

Si no, que se lo digan al pequeño Manuel, que a los 6 años se vio obligado a dejar de jugar al fútbol tras diagnosticarle osteogénesis imperfecta o huesos de cristal. Desde entonces, su padre le hizo socio del Real Oviedo, el club de su corazón, y desde su lugar de residencia en un pueblo de León acudían al Carlos Tartiere para los encuentros en casa y a los que se jugaran a domicilio que no les pillaran demasiado lejos.

Hay que buscar una forma de ver las cosas que se parezca más a la de Manuel, la de afrontar con optimismo lo que la vida nos ponga por delante.

La carta completa de Avelino al Real Oviedo

Esta es la carta que Avelino, en nombre de su hijo Manuel, enviaba al club:

Buenas tardes, 

les escribo una pequeña carta para apoyar la situación deportiva de nuestro equipo.

Mi nombre es Avelino Rubín, nacido en Pola de Lena y residiendo desde 2002 en La Virgen del Camino (León), soy papá de Manuel y Juan. Al primero lo conoceréis, ya que desde el área social del Real Oviedo habéis colaborado con nosotros en el día mundial de la O. I., OSTEOGÉNESIS IMPERFECTA, 'HUESOS DE CRISTAL'.

En este momento que no nos acompañan los resultados ni tampoco el juego, querría que los jugadores pudiesen leer esta carta.

Que se crean que tienen todo para poder disfrutar y hacer historia en el Real Oviedo, como muchos de sus predecesores, y puedan reflexionar.

Mi hijo Manuel tiene locura por el fútbol y por el Real Oviedo, nos desplazábamos desde León cada fin de semana que nuestro equipo jugaba en casa e incluso tratábamos de desplazarnos a partidos fuera de casa que no fuesen muy lejos.

Él jugaba al fútbol hasta los 6 años que le diagnosticaron la enfermedad, pero desde entonces le hice socio del Oviedo para que pudiera llenar ese vacío, que le había provocado el no poder jugar al fútbol por el riesgo que supondría.

Por ello os pido que cuando las fuerzas, la técnica o la constancia no den los resultados esperados aún nos queda otra bala en la recámara que es el corazón. 

También os voy a escribir unas líneas que me ha redactado mis hijos Manuel y Juan

Me siento tan mal en las derrotas y os comprendo en esos momentos. Pero con la misma intensidad disfruto enormemente las victorias, mucho ánimo equipazo de mi corazón. Y el pequeño Juan dice "vamos equipo, vamos a ganar". 

Mucha fuerza y siempre con vosotros porque os siento como míos.

Avelino.