Suma, sigue y progresa
En uno de los escenarios más complejos, el Real Oviedo fue capaz de rehacerse del gol de Melendo, aprovechar la expulsión de Dídac y crecer para terminar sumando. Así se fraguó un punto en el RCDE Stadium ante el RCD Espanyol bastante válido al tratarse de uno de los equipos más portentosos de LaLiga SmartBank.
Intensidad fue la palabra protagonista en los primeros minutos. Esa que imprimió el Espanyol y que le permitió adelantarse muy pronto, a los ocho minutos. Raúl de Tomás disparó desde la frontal, Femenías la sacó, pero ahí estaba Melendo para recoger el rechace y abrir el partido.
El dominio perico prosiguió, con llegadas y disparos desde diferentes zonas. Poco a poco, el Oviedo fue entrando algo más en juego, sobre todo gracias a la pausa en el juego que otorgaba Borja Sánchez con el balón en sus pies. Trató de acercarse por medio de centros y disparos desde la frontal, como el de Tejera.
Cerca del intermedio, el Espanyol se quedó con 10, tras una dura entrada de Dídac Vila sobre Nieto. El árbitro, tras comprobarlo en el VAR, le mostró la cartulina roja. Poco más sucedió hasta que los jugadores partieron hacia sus respectivos vestuarios.
En la segunda parte, el Oviedo se soltó algo más. Comenzó a tener más la pelota y a aprovechar la superioridad numérica. Las ocasiones claras no terminaban de llegar, pero la pelota rondaba cada vez más el área rival.
El momento clave llegó con la entrada de Blanco Leschuk y Nahuel. Este último, en su primera aportación en el partido, dejó uno de los goles de la jornada y hasta de la temporada. Enganchó un derechazo lejano que se coló por la escuadra derecha de Diego López. Golazo y empate a uno.
A partir de ahí el partido entró en una situación de ida y vuelta en el que ambos equipos no quisieron arriesgar demasiado, aunque disfrutaron de varios acercamientos. Quizá los de Ziganda lo intentaron con más frescura, pero el resultado ya no se movió más. El Oviedo pudo pescar un punto en una de las plazas más complejas para refrendar su mejoría.