Punto de oro a base de coraje

El Real Oviedo mostró dos caras en Almería. Una, la que le costó marcharse al descanso 2-0 abajo en el marcador. Otra, la de un segundo tiempo de pugna, trabajo y constancia que le permitió igualar y sumar un punto que vale su peso en oro.

Arrancó intenso el partido. Sin ocasiones de peligro, pero rondando el área almeriense. Sin embargo, no tardó demasiado el cuadro de Rubi en darle la vuelta a la situación. En una acción por el costado izquierdo, Diegui derribó a un jugador rival y el árbitro señaló penalti. Corpas tomó la responsabilidad y Femenías se hizo grande, sacando una gran mano.

Sin embargo, poco duró la alegría. Dos minutos después Obeng cometió un penalti que el árbitro corroboró en el VAR. En esta ocasión Sadiq no perdonó y abrió el partido. El Almería, desde ese momento, tomó el protagonismo. Apenas nueve minutos después llegó el segundo de la tarde, de nuevo obra de Sadiq, que se sacó un disparo cruzado dentro del área que rozó en Grippo y sorprendió a Femenías. El partido se ponía muy cuesta arriba.

Un lanzamiento mordido de Obeng y un centro al que no llegó por poco Borja Valle fue lo más peligroso de un Oviedo que se marchó al vestuario cargado de dudas.

Tras la reanudación, el partido cambió. El Almería salió dormido y el Oviedo lo aprovechó. Cuenca erró en la salida de balón, el conjunto carbayón la recuperó y Obeng disparó con el exterior dentro del área para marcar y recortar distancias. Quedaba todo el segundo acto por delante.

Desde ese momento el Oviedo adelantó líneas y el partido se rompió. Rodri, Borja Sánchez y Blanco Leschuk entraron al campo para refrescar el ataque. Justo antes, Obeng tuvo el empate en su cabeza, pero el balón se marchó fuera por muy poco. Villalba, poco después, pudo sentenciar, pero de nuevo apareció un providencial Femenías.

La presión carbayona era alta y obtuvo sus frutos de manera espectacular. Un centro al área lo aprovechó Grippo que, con una chilena espectacular, consiguió el empate de su equipo. El colegiado lo anuló, pero tras comprobarlo en el VAR lo dio por válido, desatando la locura entre el plante.

Aún quedaba tiempo y el Oviedo quería más. La locura se apoderó de un final de partido de tú a tú que finalmente terminó en un meritorio empate para los de Ziganda. Un punto que vale su peso en oro para seguir sumando y mantener distancia con el descenso.