El Real Oviedo mostró dos caras en su estreno liguero ante el CD Lugo. En la primera mitad se vio a un equipo muy solvente, con las ideas claras, y que a la espera de que se asienten algunos de los refuerzos peleó y dejó un buen sabor de boca. Pero en la segunda mitad se vino abajo y sucumbió ante el equipo gallego, que consiguió empatar en los compases finales del encuentro.
Aunque su parte de culpa en esta reacción la tuvieron dos exjugadores del equipo carbayón: Josep Señé y Joselu Moreno. Y es que ambos entraron en la segunda parte y fueron partícipes en los dos tantos del Lugo, haciendo cumplir la tan inoportuna 'ley del ex' del fútbol.
El catalán hizo gala de su capacidad de asociación y tras su entrada el Lugo se fue adueñando poco a poco del centro del campo. Además, de sus botas salió el disparo que repelió Femenías y acabó habilitando a Carrillo para que anotase el tanto con el que los rojiblancos recortaron distancias.
Mucho más decisivo fue el delantero de Cartaya, que anotó el penalti con el que el Lugo amarró el empate antes del descuento. Empezó con buen pie su segunda etapa en el Lugo, goleando como en su última temporada en Anxo Carro. Y es que en la 2016/2017 fue uno de los máximos goleadores de la categoría con 23 tantos.
Pero antes del tanto, su entrada al campo fue fundamental para que el CD Lugo se mostrase mucho más incisivo y que sus atacantes creasen más peligro en el área carbayona. Igual que Señé revitalizó el centro del campo, Joselu dio una marcha más a la línea ofensiva.
Nadie se había dado cuenta de que Señé tendría que haber sido uno de los fichajes del Real Oviedo, ha crecido enormemente y conocía perfectamente el club.