El fútbol, al igual que muchas cosas en la vida, es cuestión de sentimientos. Cada uno los plasma o expresa de diferentes maneras. Los tatuajes son una forma bastante real de llevar a cualquier sitio esa pasión y eso es lo que ha hecho un fiel aficionado del Real Oviedo.
Se trata de Rubén, aficionado carbayón que lleva tatuado en su brazo una imagen del Carlos Tartiere, un adulto y un joven a hombros del primero. Podría tratarse de un homenaje a la fiel afición azul, pero este dibujo tiene detrás una emotiva historia que vuelve a entremezclar el fútbol y la vida
El propio Rubén narra en ElDesmarque la historia que describe dicho tatuaje. "Es mi padre llevándome a una eliminatoria para el ascenso hace unos años a Segunda B. Es un recuerdo que quise tener ya que él no está conmigo ya", cuenta.
Como se puede ver en la imagen, al fondo se aprecia el Carlos Tartiere y delante a padre e hijo, con las manos agarradas, llegando al estadio. Un tatuaje de un recuerdo muy especial que ejemplifica la grandeza del Oviedo y la pasión con la que muchos aficionados, en este caso Rubén, viven a su equipo.
El propio club también quiso destacar el tatuaje contestando a través de su cuenta de Twitter:
No trates de entenderlo... 💙🔝👇 https://t.co/oHLj05AYXc
— Real Oviedo (@RealOviedo) November 25, 2021