Uno de los exjugadores del Real Oviedo a los que la suerte les sonríe tras su paso por el Carlos Tartiere es, sin duda, a Edgar González. El defensor catalán, que ahora es uno de los titulares en el eje de la zaga del Real Betis, ha recordado la importancia de su paso por el conjunto carbayón en su carrera deportiva después de recalar en Oviedo en el mercado de fichajes veraniego de 2020.
A Edgar, el paso por el Real Oviedo le ha ayudado a crecer como futbolista y ha conseguido cambiar su situación en el conjunto verdiblanco tras regresar en el último mercado de fichajes veraniego de su cesión con el Oviedo.
El propio jugador ha reconocido en Diario de Sevilla que "el momento de irme al Oviedo fue una decisión difícil. Quería quedarme aquí, pero viéndolo todo un año más tarde, el de Oviedo fue un año positivo para mí".
Asimismo, admite que "la Segunda división es una categoría muy fuerte. Y mentalmente me sirvió para hacerme más fuerte y mejorar cosas que necesitaba. Yo quería ir a un sitio donde fuese a jugar mucho, donde sentirme importante para volver aquí y tener opciones".
A pesar de ese crecimiento, en su vuelta a Sevilla no las tenía todas consigo. "Sabía que volvía en una situación en la que no iba ser fácil quedarme, cuatro centrales, el pivote como posición cubierta... Pero venía a ganarme la confianza del míster y salió bien. Intento eso, cada vez que tengo la oportunidad de jugar, demostrar que puedo estar aquí".
De su experiencia como carbayón saca cosas buenas: "Cada año mejoramos, y más siendo tan jóvenes. Yo, al final, llevaba sólo 13 partidos en Primera cuando me fui al Oviedo. Lo que más mejoré fue en experiencia, en competir al máximo nivel durante 40 partidos y coger experiencia en situaciones de juego. Y físicamente me noto mejor. Creo que he mejorado en todo, en aspectos físicos y tácticos".