El Real Oviedo es ambicioso de cara a sus objetivos. El club oviedista es ambicioso al hablar sobre los retos del futuro. Y en El Requexón tienen claro que ese futuro pasa por dar más importancia a la cantera del club carbayón. Dentro de esa cantera está Pablo Gálvez, entrenador del Benjamín B.
Gálvez suma su séptima temporada en el fútbol base oviedista. El de Pravia siempre ha estado al frente de prebenjamines y benjamines trabjando la mejoría deportiva y personal: "Llegan con presión de querer demostrar. Cuando olvidan los nervios, se esfuerzan y hacen los que se les pide, se dan cuenta de que las cosas aquí son normales".
Como Pablo Gálvez recuerda, es una etapa importante en la que "hay que tener mucho tacto con cada niño" porque "son de su padre y de su madre, y no tienen las mismas necesidades". El entrenador del Benjamín B del Oviedo subraya que el trato con los jugadores es personalizado: "Hay que adaptarse a la mejora de cada niño. El futbolista llega y tú ya ves cómo trabajar con él".
La metodología del entrenador siempre tiene el fútbol como enfoque: "Todo lo que haces lo enfocas al fútbol. Lo que llevas a cabo, por juego que parezca, siempre tiene que introducir situaciones de partido para que automaticen movimientos".
La Covid-19 ha causado muchos dolores de cabeza en la cantera oviedista: "Es complicado ¡preparar los partidos porque siempre tienes alguna baja. Las cuarentenas afectaron a los niños para coger ritmo”. Sin embargo, Gálvez está satisfecho con su equipo desde "los niños a los padres" y añade que es "importante" que "todo vaya en sintonía"
El técnico este año está al frente de los benajmines de primer año: "Siempre quieres competir y ganar, pero con la formación como base". En esa línea, el entrenador aconseja a los futuros canteranos carbayones que disfruten de la oportunidad: "Cuando llegan aquí es porque le gusta jugar al fútbol y lo hacen bien. Llevan el escudo del Real Oviedo, y para los que somos de este equipo, es lo máximo”