Como cada Semana Santa en Oviedo, un preso ha sido indultado de la cárcel de Villabona. Este año, el 'agraciado' ha contado su experiencia entre rejas en Niusdiario.es y ha destacado que es "jodido" porque "se sabe cuando entras, pero no cuando sales".
"Unos conocidos me dijeron que iban a enviar un paquete y que yo tenía que recogerlo. No sabía lo que había dentro. Hice de mula. Nadie se atrevía a ir y di yo la cara. Al ver que no llegaba fui a preguntar. Me pillaron en paquetería. Ni siquiera llegué a recogerlo ni hice nada con él", relata este expresidiario cuya mujer e hijos estaban en México durante su estancia en prisión. En el paquete encontraron 962 gramos de cocaína de gran pureza, valorada en unos 160.000 euros.
Tras estar casi cuatro años encerrado, admite que "cuando te dicen los años que te han caído es cuando te llega el mazazo". "Yo lo primero que pensé era que debía buscar algún sitio o algo donde trabajar para poder mandar dinero a mi familia. Hacía mucho deporte. Abrí un taller con Cáritas y yo era el entrenador personal de los yihadistas que están en primer grado y tienen prohibido salir al patio o juntarse con otros internos".
Este preso estaba en el módulo de aislamiento, con una veintena de presidiarios. "Una o dos horas al día podía salir con un grupo a hacer un poco de gimnasia. Además trabajaba en el economato y les llevaba las bandejas de comida a las celdas".
De su estancia en el centro penitenciario, aprendió que si "yo me busco un problema, no es solo para mí. Me conoce todo el mundo desde que jugaba al fútbol en equipos infantiles. Tengo una familia a la que perjudico".