Casualidades del destino, dos jugadores a los que el Real Oviedo presentó a la par, también han debutado juntos. En la derrota frente a la UD Ibiza, Miguel Llambrich 'Miguelón' y Carlos Pomares se estrenaron como carbayones. Dos efectivos que a buen seguro le caen como agua de mayo a Jon Pérez 'Bolo'. Y es que si ha habido una línea en la que andan cortos de efectivos esa es la defensa, y más concretamente los laterales.
En el eje de la zaga tanto Rodri Tarín como Dani Calvo están ofreciendo un rendimiento más que óptimo que hace olvidar a David Costas. Pero el rendimiento de Lucas Ahijado y, especialmente, Alonso Aceves parece que está decreciendo a medida que pasan los partidos. Y eso que el mexicano comenzó la temporada muy bien y demostrando que con su verticalidad puede romper cualquier defensa.
Tanto Miguelón como Carlos Pomares son dos apuestas de Tito Blanco que llegaron al Carlos Tartiere con la vitola de titulares pero sufrieron problemas de diversa índole. El primero no fue inscrito hasta el último día de mercado y arrastró varias molestias musculares, mientras que el segundo se lesionó poco antes del primer encuentro liguero durante un entrenamiento.
A pesar de que Jon Pérez Bolo ha admitido en rueda de prensa que están faltos de ritmo, no ha dudado en darles minutos a ambos laterales para darle un poco más de profundidad al equipo.
Mientras que Miguelón se ha desempeñado en labores eminentemente defensivas, Pomares ha tenido algo más de protagonismo en ataque. De sus botas salieron dos centros que desembocaron en ocasiones que tanto Samuel Obeng como Sergi Enrich no consiguieron aprovechar para poner el empate en el marcador.
Falta por ver si en los próximos encuentros seguirán gozando de continuidad o si incluso entran en el once inicial ante el Lugo.
No los metáis en el mismo paquete. Uno cubrió, subió y centrro. El otro llegaba al medio campo y para atrás. A todo eso dejando una laguna en la espalda y faltando 10 minutos. Juega por enchufe.