Bolo iguala la segunda mejor puntuación del Oviedo desde el regreso al fútbol profesional y encaja tan poco como en Tercera
Decía Ramón de Campoamor que: "En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira". Quizás las gafas de Jon Pérez Bolo vayan más allá y el resto no logremos apreciar de primeras lo bueno que está dejando este dubitativo inicio del Real Oviedo en LaLiga SmartBank.
Las dudas entre un gran sector de la afición están más que justificadas. El equipo carbayón volvió a perpetrar un insípido encuentro ante el Lugo. Otra vez la artillería azul no logró perforar la portería rival y ya van tres encuentros consecutivos sin celebrar un gol (Ibiza y Burgos).
El punto a mejorar está claro. El Oviedo es el segundo equipo de la categoría de plata que menos anota tras siete jornadas ligueras, solo superado por el imbatido Burgos. Los Borja Bastón, Sergi Enrich y compañía no están cuajando el inicio deseado, pero lo cierto es que no disfrutan de grandes ocasiones durante los encuentros. No obstante, no todo es negro, también existen grises en el arranque de los hombres de Bolo.
Bolo iguala el segundo mejor arranque del Oviedo desde la 2015/16
Desde que el Oviedo regresase al fútbol profesional han transcurrido siete temporadas siendo la actual la octava consecutiva. Pues bien, el decimocuarto puesto clasificatorio y los nueve puntos tras siete encuentros pueden saber a poco, pero lo cierto es que solo en una ocasión desde la fecha comentada se consiguieron más puntos en el casillero.
Fue precisamente en el pasado curso. Tras las primeras siete jornadas disputadas, el Real Oviedo logró 10 puntos y se encontraba octavo. Es el único precedente que supera el ritmo de puntuación del equipo de Jon Pérez Bolo a estas alturas de temporada.
También se consiguieron nueve puntos tras siete partidos desde la vuelta a la Segunda División en las temporadas 2018/19, 2017/18 y 2015/16.
Una muralla que no se ve en Oviedo desde el último año en Tercera
En la temporada 2008/09 la realidad del club azul era bien distinta a la actual. Por aquel entonces militaba en la Tercera División del fútbol español, concretamente, en el Grupo II. Los rivales del Oviedo eran equipos como el CD Cudillero, el CD Llanes, el Nalón o el C. Siero.
Hasta esa época hay que remontarse para encontrar un equipo del Real Oviedo que encajase los mismos goles que el actual. Y sin tener en cuenta la diferencia competitiva de ambas categorías. Aquella temporada, el equipo carbayón tan solo recibió tres tanto en contra a estas alturas de temporada (dos ante el Gijón Ind. y uno ante el C. Siero).
Es la misma cantidad de goles que han recibido los pupilos de Bolo en este inicio de LaLiga SmartBank. Está claro que deben aumentar sus prestaciones ofensivas, pero mientras logra encajar a la perfección las piezas, la plantilla está demostrando una fiabilidad atrás considerable. Es el punto fuerte del Real Oviedo y desde el que tiene que ir creciendo para alcanzar el objetivo que se marcó en la pretemporada: luchar por el ascenso a LaLiga Santander.