Marco Sangalli evitó otro descalabro del Real Oviedo en la primera ronda de Copa del Rey. Un gol del donostiarra a centro de Bretones en la segunda parte de la prórroga permite al equipo carbayón estar en el sorteo de este miércoles. Un doblete de Borja Bastón pareció encarrilar el partido para el conjunto carbayón, pero la Gimnástica de Torrelavega aprovechó la fragilidad defensiva a balón parado para mandar el partido a la prórroga con los goles de Marotías y Chamorro.
La alineación de Cervera, condicionada por las bajas, evidenció que el equipo carbayón tenía que ir a por todas. Y ya en los primeros minutos, como era de esperar, comenzó dominando. Cuando apenas transcurrían cuatro minutos de partido Marcelo Flores protagonizó la primera llegada. Su centro lo despejó Miguel Gándara.
No tardó mucho más en llegar el primer tanto del Real Oviedo, precisamente en una acción por la otra banda. Borja Bastón, desde el suelo, se revolvió dentro del área para enviar al fondo de las mallas un balón que había golpeado previamente en un defensor del conjunto cántabro.
Pese al tanto, el equipo carbayón siguió al ataque y con la intención de resolver la eliminatoria por la vía rápida. El propio Borja Bastón estuvo a punto de marcar el segundo tras una gran acción individual de Viti, pero se trastabilló dentro del área. También lo intentó Rodri Tarín de cabeza.
Se suele decir que el que perdona la paga y tras esta doble ocasión, el Real Oviedo a punto estuvo de hacerlo y Braat tuvo que intervenir para despejar a córner un disparo peligrosísimo en semi vaselina desde el balcón del área de Dani Álvarez. Un error de Jimmy habilitó al mediapunta local Tirado, que lo probó desde muy lejos pero sin inquietar a Braat.
El centrocampista ovetense se redimió poco después filtrando un pase a Bastón que la zaga volvió a despejar a córner, pero quien se mostró más clarividente en estos instantes de partido fue Marcelo Flores.
El mexicano sacó un par de centros que despejó la zaga de una Gimnástica de Torrelavega que se vino arriba en los compases finales de la primera mitad y puso en apuros a la escuadra carbayona. Incluso estuvo a punto de empatar por mediación de Tirado, que remató en el segundo palo un centro de Basurto. Bretones desvió su chut a saque de esquina.
El paso por vestuarios no pareció enfriar a Marcelo Flores, que siguió probándolo y probó a Amigo con un latigazo desde el balcón del área que tuvo que despejar a córner.
En otra acción a balón parado, una falta lateral, llegó precisamente el segundo tanto del Real Oviedo. Borja Bastón cabeceó un libre directo botado por Ángel Montoro para marcar su doblete. A punto estuvo de cerrar la eliminatoria Obeng, de chilena, en la acción inmediatamente posterior pero su remate no vio portería.
Tras esto, Marotías aprovechó la endeblez defensiva del conjunto carbayón en las acciones a balón parado para poner el 1-2 en el marcador e insuflar de ánimos a la Gimnástica de Torrelavega. Jaleada por su afición, la escuadra cántabra atacó con más corazón que cabeza y obligaron a la zaga carbayona y a Quentin Braat a exprimirse al máximo.
El guardameta francés tuvo que intervenir hasta en cuatro ocasiones. La más meritoria fue, sin lugar a dudas, una estirada para blocar un disparo de Basurto en la que incluso se hizo algo de daño. Anteriormente detuvo un disparo de Somavilla y otros dos lanzamientos del goleador Marotías que entrañaron menos peligro.
Tras resistir esta embestida, el Real Oviedo pareció anestesiar el partido, incluso Borja Bastón pudo marcar el tercero en su cuenta particular tras una falta de Hugo Rama. Pero fue todo un espejismo ya que, en las postrimerías del partido, Chamorro aprovechó una mala salida de Braat para poner el empate a dos y mandar el partido a la prórroga, pese a los tímidos intentos del Oviedo de evitarlo.
La igualdad fue la tónica dominante de la prórroga, que comenzó con el Real Oviedo volviendo a llevar la iniciativa del partido. Hugo Rama consiguió fabricar un centro que Sangalli remató en posición antirreglamentaria. La Gimnástica de Torrelavega respondió con una acción de Saúl que Tarín tuvo que despejar a córner.
En la segunda parte las piernas le empezaron a pesar al bloque ovetense, que tan solo lo probó con un tímido disparo desde fuera del área. Pero la Gimnástica evidenció que buscaba la tanda de penaltis aunque pudo sentenciarlo tras un mal despeje de Luengo que solucionó Braat tras golpear en un rival.
En la acción inmediatamente posterior, Bretones recibió el balón y sacó un buen centro al segundo palo para que Sangalli cabecease a placer y sentenciase el paso a la siguiente ronda. Aunque Hugo Rama, con el tiempo prácticamente cumplido, a punto estuvo de marcar el 2-4 con un latigazo que dio en el palo.