Más allá de las renovaciones de puntales como Dani Calvo o Víctor Camarasa, llama la atención que los primeros nombres que están sonando para reforzar al Real Oviedo son extremos. De diferentes características, eso sí. El ya fichado Sebas Moyano es un atacante que puede actuar en varias posiciones, mientras que el ecuatoriano Romario Ibarra y Raúl Moro -cuya cesión está a punto de cerrarse en términos muy provechosos para la entidad- son dos futbolistas más verticales y propiamente de banda.
No es de extrañar, puesto que en su dilatadísima experiencia en los banquillos, los extremos siempre han tenido mucha preminencia en la propuesta futbolística de Álvaro Cervera, quien en su etapa como futbolista actuó principalmente en esa posición.
Ya se pudo apreciar en el mercado invernal, cuando se fichó a Manu Vallejo -jugador de la plena confianza del ecuatoguineano- y a Leo Sequeira, un movimiento del Grupo Pachuca que encajaba en sus planes.
El futuro de estos dos futbolistas, casualmente, sigue siendo una incógnita pese a que los dos han mostrado su predisposición por continuar vistiendo la elástica azulona una temporada más. Quien sí continuará es un jugador de la casa como Viti que ha tenido muchos minutos con él.
Ante la carencia de jugadores de banda puros en sus primeros partidos en el Real Oviedo, Cervera tuvo que recurrir a futbolistas como Hugo Rama, Koba Leïn o incluso Ángel Montoro en esas posiciones para hacer las veces de Borja Sánchez.
Pese a que esta próxima temporada vaya a contar con muchos más futbolistas de banda, no es nada descartable que pueda volver a recurrir a este recurso en algunos partidos concretos, con ese futbolista metiéndose más por dentro para que Abel Bretones pueda abarcar toda la banda.