El Real Oviedo cayó con merecimiento en el partido del pasado lunes ante el Andorra. Los de Álvaro Cervera, inoperantes en ataque, volvieron a quedarse a medias y acabaron encajando desde los once metros a falta de diez minutos para el final. Pese a disfrutar de superioridad numérica, Luismi igualó el número de efectivos al recibir una doble amonestación que no sentó nada bien al técnico azul.
Pese a todo lo comentado, el equipo carbayón también sufrió las polémicas decisiones de De la Fuente Ramos. El árbitro principal del encuentro tampoco acompañó en Andorra con dos decisiones que aún no entienden en la entidad azul.
La citada expulsión de Luismi reflejó a la perfección el inexplicable criterio del trencilla en cuanto a las amonestaciones. El centrocampista del Oviedo recibió la segunda cartulina amarilla por una acción muy leve. Aunque la decisión que incendió a la afición carbayona tuvo lugar en el minuto 30 de partido.
Inexplicablemente, el VAR no entró en el clarísimo agarrón de Diego González sobre Borja Bastón. El zaguero del Andorra, tras resbalar, agarró de la camiseta al ariete azul impidiéndole a éste que rematase (como se puede ver en el resumen del encuentro en la parte superior de la noticia).
De la Fuente Ramos, cerca de la jugada, no apreció el flagrante agarrón a Borja Bastón, aunque la inoperancia desde la Sala VOR es lo realmente incomprensible en esta acción.