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Edu Bedia y el pánico que sentía antes de jugar: "Sufrí ansiedad, me faltaba el aire"

Periodista. Siempre desmarcado.

Uno de los jugadores que más alto apuntaba en el fútbol base del fútbol español fue, en su momento, Edu Bedia. El canterano del Racing de Santander, de la hornada de Sergio Canales, llegó a la cantera del FC Barcelona, probó suerte en Alemania antes de llegar al Real Oviedo. Como carbayón, sus problemas físicos le privaron de continuidad, y se marchó sin pena ni gloria de la entidad. Después, tuvo sus altos y bajos en el Real Zaragoza hasta que Natxo González le apartó del equipo. Ahora, después de siete años jugando al fútbol en la India, donde es feliz, ha comparecido públicamente.

Edu Bedia, en su etapa en Alemania (Foto: CordonPress).

Lo ha hecho con los compañeros de Relevo. Allí se ha desahogado de lo que supuso para él una etapa nefasta como futbolista. Así relata cómo se fraguó su regreso: "Necesitaba volver a casa y recibo la llamada del Oviedo. Estaba cerca de casa y justo había entrado Carlos Slim. No tuve dudas. Llegué a celebrar los goles del Oviedo. Luego acabó siendo la etapa en la que peor lo he pasado. En Oviedo hay mucha presión. Es una ciudad con muy poca paciencia para los resultados, y lo entiendo. Al final es un equipo histórico, pero lo pasé mal".

La confesión de Edu Bedia: llegó a consultarlo con especialistas

Edu Bedia, en su etapa en Alemania (Foto: CordonPress).

Posteriormente lo explica un poco mejor: "Consigo recuperarme de la lesión, pero no estoy cómodo. No logro recuperar la confianza que tenía antes. Sufrí ansiedad, fui a ver a especialistas, al médico... No me apetecía jugar. Me daba miedo. Estaba bien durante la semana, me lo pasaba bien entrenando, y cuando llegaba el jueves no sabía qué me pasaba, pero me faltaba el aire. Llegaba el día de partido y no quería jugar. Me iba a casa siempre que podía en los días libres. Te das cuenta de que no es la presión de miles de personas en la grada, sino la autoexigencia que tú te pones".

Por otra parte, en La Romareda sí volvió a disfrutar del fútbol, aunque no le duraría mucho: "En el Zaragoza, mi chip cambia. Estuve muy a gusto. En ese momento había jugadores similares a mi estilo de juego. El entrenador y el club apostaron mucho por mí, pero al año siguiente entró un nuevo director deportivo. Me dicen que no cuentan conmigo, que buscan otro tipo de futbolista y él quería llevar a sus jugadores. Cosas que pasan en el fútbol", sentencia.

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