Uno de los grandes protagonistas de la noche en el Carlos Tartiere fue Santi Cazorla. El mago, idolo del oviedismo, recibió un bonito homenaje antes de empezar el partido entre el Real Oviedo y el Elche. El Palco de Honor del estadio lleva ahora su nombre y se hizo oficial en un día en el que partió como titular y, además, vio portería. El empate fue la única pega a una noche redonda.
No pudo comenzar de mejor manera la noche para Santi Cazorla. El Real Oviedo le brindó un precioso homenaje al ponerle su nombre al Palco de Honor del estadio. Un bonito detalle que además vino acompañado de su titularidad. Un pequeño acto cargado de aplausos precedió a la disputa del encuentro.
A lo largo del choque, Cazorla fue clave. De sus botas nacieron todas las acciones de peligro a balón parado del Oviedo. Y fueron unas cuantas. No había un centro del asturiano que no encontrara rematador. Y en el segundo tiempo, llegó su premio.
El colegiado señaló penalti a favor del Oviedo por una mano evitable de un futbolista visitante y Santi no dudó en tomar la responsabilidad. Cogió el balón y golpeó a la derecha engañando al cancerbero del Elche. Un gol que supuso el empate a uno en un momento clave. Por desgracia, el resultado ya no se movería más.
Santi Cazorla compareció ante los medios para analizar el empate de su equipo y el partido que cuajó. Pese a estar contento en el apartado personal, analizó el empate con esperanza.
"Estoy contento por un lado y con sensaciones agridulces, tuvimos ocasiones para ganar, ellos también, Toca seguir, levantarse y recuperar. Hemos hecho un gran esfuerzo y un gran partido", prosiguió.
"Era el del empate y tampoco lo quería celebrar mucho. Durante el penalti soñé con vivir un momento así. Esto no para, hay que darle valor al punto, hacerlo bueno en Granada. Tenemos una semana larga por delante y a preparar bien el partido", agregó Cazorla.