La Real Sociedad ha comprometido el final de temporada con una nueva derrota, en esta ocasión ante la U.D Las Palmas (0-1), un conjunto que ha generado las tres crisis sufridas por los blanquiazules en la presente campaña.La primera de ellas se produjo el seis de noviembre de 2015 cuando los vascos perdieron en el estadio Insular por dos goles a cero y el Consejo de Administración perdía la paciencia con David Moyes, al que destituyó al finalizar aquella jornada.
El sucesor del entrenador escocés, el actual inquilino Eusebio Sacristán, también ha sufrido el nocivo efecto de enfrentarse a Las Palmas y además en dos oportunidades.
La primera de ellas llegó en la Copa del Rey, torneo en el que la afición blanquiazul había depositado muchas esperanzas de brillar este año y que, a las primeras de cambio, volvió a tornarse en gran decepción tras caer a doble partido ante los isleños sin conseguir vencer en ninguno de los dos encuentros.
Eusebio pudo salvar los muebles porque estabilizó la situación clasificatoria en la liga de un equipo que parecía abocado a la lucha por la permanencia hasta el último minuto y, con unos excelentes resultados entre finales de enero y el mes de febrero, dejó virtualmente salvada la categoría.
Ayer era un partido para que la Real pudiera progresar y dejara ya definitivamente encarrilada la salvación, pero otra vez se interpuso en su trayectoria Las Palmas, venció el partido y obliga a los vascos a apretar en los últimos partidos si no quieren sufrir nervios de última hora.
Eusebio, en sala de prensa, dejó patente su gran decepción con el rendimiento de algunos de sus jugadores y es probable que para el próximo encuentro de liga se pueda ver una auténtica transformación de su once titular, en busca de una reacción que se antoja inmediata.-