El entrenador del Real Betis, Gustavo Poyet, lamentó el mal partido de su equipo ante la Real Sociedad, reconoció estar "decepcionado" y se mordió la lengua porque no quiso "hablar desde la calentura"."No merecimos ganar y eso es algo que tengo claro. Estoy enfadado con el partido que hemos hecho porque no esperaba esto y no lo vi venir por ningún lado", señaló tras el encuentro.
El técnico uruguayo pidió tiempo para analizar "con tranquilidad" lo sucedido en el duelo contra la Real y se mostró "preocupado" porque los cambios que introdujo y las órdenes que impartió tras el descanso tuvieron nulo resultado.
"Hubo minutos en los que se hicieron las cosas, pero no se puede jugar a minutos", declaró triste el espigado entrenador bético, que aseguró que independientemente del rival "algunas cosas hay que hacerlas bien siempre".
No vio nada positivo en la derrota en Anoeta y no tuvo reparos en admitir que, de todos los encuentros de liga que su equipo ha disputado esta temporada, "el de hoy fue el que menos" le gustó "de todos".