En la temporada 1957/58 nacía el Sanse, el filial de la Real Sociedad y mucho más que un equipo, "una piña". Así lo definía Miguel Celarain, uno de los míticos integrantes de aquel equipo que nacía para que aquellos juveniles prometedores pudieran continuar en el conjunto txuri urdin hasta alcanzar la madurez necesaria que les permitiese dar el salto al primer equipo.
Más de medio siglo después, varios de los que en su día integraron el primer Sanse se reunieron para celebrar el 60 aniversario del club. El acto, al que acudieron Maiztegui, Valle, Olano, Urreizti, Amas, Martín, Celarain, Martiarena, Izaguirre, Pedrosa, Cacho, Lasa, Goicoechea, Arberas, Etxebeste, Aldasoro e Imaz, consistió en una misa tras la que los exfutbolistas compartieron almuerzo.
Celarain recuerda aquellos años con nostalgia: "Para nosotros fue un inicio de vida sensacional, vivir sin preocupaciones, dedicándonos a lo que nos gustaba, el fútbol. Habíamos salido de la escuela cuatro días antes y seguíamos de fiesta, porque el equipo era una fiesta".
"Vivíamos el fútbol de otra forma, el equipo, aparte de que se formo siendo una familia, a Dios gracias seguimos siendo familia, y eso, para nosotros es importante", añadía Celarain, mientras que el que fuera su compañero, Guillermo Imaz, señalaba que "es una gozada vernos aquí".
"Es una satisfacción enorme, ver como el Sanse sigue siendo una fuente de jugadores como se esta viendo. Griezmann, Oyarzabal, Odriozola, todos esos vienen de la cantera, y sigue siendo nuestro equipo mientras sigamos aquí", sentenciaba un Imaz visiblemente emocionado.