Luca Sangalli, a pesar de su excelsa actuación en el derbi frente al Athletic Club en San Mamés, le tocó ver el inicio del encuentro ante el Girona desde el banquillo, ocupando Sandro Ramírez su lugar en el terreno de juego.
En la segunda parte, y con el marcador cero a cero, Asier Garitano decidió que Luca Sangalli fuera su última bala para deshacer la igualada, metiendo al campo al canterano en sustitución de Pardo.
En los 16 minutos que estuvo en el césped de Anoeta, 19 si contamos el tiempo añadido, el donostiarra fue un auténtico torbellino y estuvo muy cerca de revolucionar el encuentro. Además de una serie de buenos pases, el jugador txuri urdin dispuso de un potente disparo para marcar, pero se marchó por encima. Sangalli sigue sumando enteros para asentarse en el primer equipo.