La Real se presentaba en el Wanda y más de uno tendría en su cabeza las palabras de Garitano en su presentación como nuevo técnico txuri urdin: “Vengo con la ambición de competir con los mejores del mundo". Con esa ilusión más de uno esperaba ver a su equipo en Madrid esperando al menos plantarle cara al Atlético de Madrid.
¿Y qué ocurrió? Pues… precisamente lo contrario. Los donostiarras jugaron el peor partido de lo que se lleva disputado de temporada y ni siquiera sopló en la nuca a los rojiblancos.
Al partido le sobró media hora, tal vez más. Oblak se aburrió como una ostra porque apenas vio ninguna camiseta txuri urdin cerca suyo.
La Real jugó un pésimo partido y se vio superada en todas las facetas del juego. Los txuri urdin jugaron como un ‘pequeño’ en feudo ‘colchonero’ y las vergüenzas salieron a la luz. Además hubo cosas inexplicables como la titularidad de Willian José sin estar bien sacrificando a otros jugadores que en la actualidad están en mejor forma.
Lo dijo el propio Aritz al término del partido: "cometimos errores de juveniles". Si lo dicen los protagonistas, poco más que decir.
Gol psicológico al borde del descanso
La Real saltó al Wanda con dos líneas de cuatro con Rubén Pardo encargado de la salida de las presiones y con un Atlético de Madrid avisando desde el principio. De hecho Correa solo necesitó dos minutos para disparar a la portería de Moyá, aunque su chut salió desviado.
Le duraba poco el balón a los de Garitano, mientras que los madrileños se mostraban intensos pero con la Real consciente de que debía aguantar con tranquilidad el chaparrón inicial para esperar su momento.
Los txuri urdin intentaban quitarse de encima el dominio de los de Simeone con llegadas desde la banda, principalmente por el lado derecho, buscando la profundidad de Sangalli que no se arrugó en ningún momento. Para el canterano no hay enemigos grandes ni pequeños, y en el Wanda quedó demostrado.
El Atlético fue cambiando poco a poco. Su embestida inicial duró poco más de diez minutos para volver a su versión de esperar al contrario en su campo para soltar un zarpazo a las primeras de cambio. La Real comenzó a jugar en el campo de los rojiblancos con un Sangalli muy activo buscando los movimientos de Willian José.
No duraba mucho el balón en ninguno de los dos equipos y Garitano se desgañitaba desde la banda solicitando a sus jugadores que aguantaran las posesiones. Moyá y Oblak apenas habían intervenido en un cuarto de hora que se llevaba disputado de partido.
El tiempo corría a favor de la Real con el 0-0 ya que el Atlético se podía ver más obligado a buscar la meta de Moyá, y aprovecharlo los txuri urdin para salir rápido a la contra. Además los colchoneros jugaron el miércoles, por lo que con el paso de los minutos podían empezar a notar el cansancio. La Real este año está buscando más la efectividad que la estética en el juego, y el conjunto de Simeone no es precisamente tampoco un conjunto atractivo para ver, fruto de ello era el partido soso que se desarrollaba en el césped del Wanda. Eso sí, los donostiarras no sufrían ya que estaban cómodos en el terreno de juego.
A la media hora de partido llegaron los mejores minutos de los colchoneros que dispusieron de hasta cinco saques de esquina de manera prácticamente consecutiva gracias a la movilidad de Griezmann. Los realistas achicaban agua y el encuentro se ponía peligroso con un asedio de color rojiblanco. La Real necesitaba respirar pero estaba demasiado centrada en no perder la posición. Era necesario ir un poco más a la presión.
A los 31 minutos de partido llegó la primera llegada buena de la Real. Un gran disparo de Rubén Pardo desde fuera del área supuso el primer susto realista a la meta defendida por Oblak que salió lamiendo el larguero. Un misil que de haber ido a portería hubiera batido al esloveno ya que el meta colchonero estaba vendido. Importante que los de Garitano comenzaran a sacar las uñas porque el partido se había convertido en un frontón inclinado al área blanquiazul.
A cinco minutos para el descanso los gipuzkoanos dispuso de un córner pero no se pudo sacar petróleo. Cuando parecía que con el 0-0 inicial se llegaría al término de los primeros 45 minutos llegó una jugada desgraciada y uno de esos llamados goles psicológicos, pero para dolor de cabeza de la Real. Correa se revolvió en el área, sacó un centro, el esférico tocó en Raúl Navas y cayó a los pies de Godín que solo tuvo que empujarla al fondo de la red. El partido se complicaba y mucho. Desventaja en el campo del Atlético de Madrid, situación idílica para los colchoneros y la Real debía asumir riesgos que podían costarle muy caros.
Una Real completamente perdida en el campo
La Real salió mejor tras la reanudación, al menos con más intención de salir al ataque aunque sin descuidar la parte defensiva. No obstante fue un espejismo, ya que pronto se vio de nuevo embotellada por un Atlético al que además le beneficiaban todas las segundas jugadas.
Y en uno de esos arreones rojiblancos llegó el 2-0 por medio de Filipe Luis que había sustituido en el descanso a Lucas Hernández. Golazo por toda la escuadra del brasileño que dejaba el encuentro prácticamente sentenciado. Los goles los habían marcado un central y un lateral. Todo dicho.
Un planteamiento rácano de la Real para salir a no encajar y esperar algún regalo se estaba viendo reflejado sobre el terreno de juego. Los donostiarras estaban totalmente superados por un Atlético que volvía a sacar a la luz todos los complejos de la Real.
Saúl y Costa tuvieron en sus botas el 3-0 pero en este caso se salvaron los blanquiazules. El partido estaba ‘terminado’ a falta de 25 minutos para el final. Los donostiarras no sabían por donde les soplaba el aire.
Entró Juanmi en lugar de Willian José que demostró no estar al 100%. Todavía cabe preguntarse por qué jugó el brasileño si no está a tope si en el equipo hay otros recambios que por lo menos podían entrar a tope a las disputas. No era el mejor escenario para forzar situaciones como quedó patente.
Los minutos finales solo sirvieron para que Januzaj debutara en la presente liga. El belga saltó al campo en lugar de un Sangalli que se vació. Sin embargo el estreno de 'Janu' se vio empañado por el peor partido de la Real en todo lo que se lleva disputado de temporada.
No hubo tiempo para más en un partido al que le sobró media hora.
Los txuri urdin volverán a jugar el próximo domingo día 4 de noviembre, a las 18.30 horas contra el Sevilla en Anoeta. Será el partido correspondiente a la jornada 10 de LaLiga Santander.
A ver si por fin, a la quinta, llega la ansiada y esperada victoria en casa. No será fácil porque el conjunto hispalense es de los que más en forma está del campeonato, pero si se quieren conseguir cosas importantes esta temporada el camino es sumar de 3 en 3 en Donostia.
Aunque para conseguirlo mucho tendrá que cambiar la imagen que dejó la Real en el Wanda porque se vio superada por todas las líneas.