Txistorra, sidra y decepción. Los seguidores de la Real se las prometían felices en este día de Santo Tomás, pero nada más lejos de la realidad.
Se instala el estado de alarma en Donostia que solo ha visto dos victorias esta temporada en Anoeta, y una de ellas en Copa. Lo peor son las sensaciones con las que se llega a un parón que se va a hacer muuuuuy largo.
El equipo se está cayendo a medida que avanzan las jornadas. Cuando parecía que llegaba la reacción, un mal de altura nos ha devuelto a una triste realidad de tener solo 19 puntos en el casillero.
Sensación de impotencia instalada en Anoeta. Y ojo, que tras el parón llega el Real Madrid. La Navidad se presenta muy fría en la Real...
La Real salió mal al partido. Y eso que la primera oportunidad tuvo color txuri urdin tras una buena combinación con ritmo y velocidad en la que Theo metió un buen centro que terminó en córner. Pero a raíz de esa jugada vinieron una serie de errores que daban síntoma del momento complicado que atraviesa el equipo de Garitano en la actualidad.
Illarramendi falló en una entrega y Jony, en un mano a mano con Moyá, no definió bien y el balear le ganó la partida para resarcirse de los errores de sus dos partidos anteriores.
La falta de concentración era evidente entre los realistas que caían constantemente en impreciosiones y constantes fueras de juego. Por el contrario el Alavés, que tenía las cosas más claras que la Real, logró el 0-1 en el minuto 10 por medio de Calleri que ya había tenido antes otras oportunidades de marcar. Fue un contragolpe perfecto dirigido por Bastón cuyó centró lo aprovechó la cabeza del delantero babazorro para adelantar a los de Abelardo.
Los centros de Theo y las apariciones de Juanmi eran lo más significativo en el ataque de la Real. Y es que el juego en largo que estaban practicando los gipuzkoanos tenían desaparecidos a Zurutuza e Illarramendi.
Otra vez Theo fue quien lo intentó en el 23 tras una gran cabalgada por banda que culminó con un chutazo que Pacheco logró desviar a córner. Parecía que la Real se entonaba poco a poco, mientras que el Alavés se había replegado más.En el 27 Juanmi chutó tibiamente a las manos del portero visitante gtras una buena contra de Oyarzabal. Costaba hacer daño y aque el Alavés seguía muy bien posicionado.
Tres minutos antes del descanso, el futbolista que más peligro estaba llevando a la meta de Pacheco, Theo, volvió a internarse por su carril sin que ningún defensor alavesista pudiera detenerle, pero tampoco fue posible esta vez.
Se llegó al descanso con el 0-1 en el marcador, y los nervios instalados en la grada.
La Real hizo un cambio táctico tras el descanso. Januzaj lo intentó en el primer minuto de la reanudación, pero su disparo de nuevo volvió a salir muy blandito.
Los gipuzkoanos salieron con otros bríos pero le duró poco la reacción. El Alavés solo necesitó diez minutos para volver a enfriar el encuentro y llevarlo a su terreno. Solo un cabezazo de Willian José que se marchó alto puso algo de picante al ataque txuri urdin.
Lo preocupante era que la sensación en la grada era que el encuentro estaba muy complicado con una Real que se mostraba plana. Incluso comenzaron a sonar algunos pitos en la grada.
En el 61 Oyarzabal sacó un zapatazo que se marchó a córner. Solo con corazón intentaban llegar los txuri urdin, y así no era suficiente.
El tiempo se esfumaba y no se veía reacción. Incluso Calleri estuvo a punto de hacer el 0-2 en el 67, pero Moyá volvió a salvar. Pintaba feo.
Se iba la segunda parte sin hacer nada. Sin ocasiones, sin ideas, sin centro del campo y con el equipo roto encomendándose a un chico de 16 años como única esperanza. Barrenetxea saltó en el 85 pero no pudo evitar el desastre plr más que lo intentó.
La Real recibirá tendrá un partido muy complicado tras el parón de Navidad. Y es que enfrente estará nada más y nada menos que el Real Madrid, y en el Santiago Bernabéu. Un regalo de Reyes de lo más envenenado.