Este martes se celebra el Día del Padre. Algunos lo estarán celebrando y a otros les toca trabajar. Es el caso de los jugadores de la Real Sociedad, que se han ejercitado este martes en Zubieta, y también de los internacionales sub 21 del conjunto txuri urdin. Pese a no estar trabajando a las órdenes de Imanol, sí lo están haciendo bajo las de Luis De la Fuente en Marbella para preparar los choques ante Rumanía y Austria. Desde la concentración, tanto Mikel Merino como Mikel Oyarzabal se han acordado de esta fecha tan especial, y le han deseado un gran día a sus aitas. Además han recordado alguna anécdota con ellos.
"Para mí, mi padre lo es todo. En todas las entrevistas que me han hecho siempre he dicho que estoy muy agradecido a mi padre y a mi madre por la educación que me han dado, me han apoyado siempre ante todo, los consejos que me han dado... siempre intento buscar ayuda en ellos. Estoy feliz porque tengo unos padres excepcionales y tanto mis hermanos como yo les debemos todo".
"Es una persona muy especial, tanto mi madre como él en todo momento me han apoyado en todas las decisiones que he tomado, les daba igual cuál fuese o lo que quisiera hacer. Si yo era feliz intentaban ayudarme en todo momento y parte de que ahora esté jugando al fútbol es culpa suya".
Esta es la anécdota que han recordado los dos jugadores de la Real:
"Estoy seguro que uno de los momentos más felices que recuerdo es que, cuando íbamos de vacaciones, mi padre se levantaba muy pronto para ir a correr. Hacía poco que se había retirado y todavía mantenía las ganas de seguirse en forma. Yo era un crío y me apetecía salir con él. Me acuerdo de levantarnos hacia las siete de la mañana e ir a correr por la playa. Estar de media a uno hora corriendo y a la vuelta meternos en el agua congelada, y después subir a desayunar con toda la familia".
"Cuando veraneábamos en Jaca solía acompañarme a un campo de futbito que había allí, y empezamos con la tontería con un juego que se inventó de meter el balón desde diferentes sitios sin que botara, y hoy en día no hay vez que no me recuerda que siempre le ganaba, y que aunque él fuese malo no había vez que yo quisiera ganarle".
Por último, los dos han querido enviar un mensaje a su aita:
"Bueno papá, solo quería desearte un buen Día del Padre. Sabes lo mucho que me importas, todo lo agradecido que estoy y aunque no pueda estar contigo espero que lo pases muy bien, y ya te felicitaré cuando te vea".
"Que pases un buen día, que espero que lo disfrutes y que sabes que te quiero mucho".