La modernidad del fútbol habrá conseguido que el estadio de la Real Sociedad no lleve ya el nombre con el que nació, pero su bautismo en esta temporada hace especial el hecho de comenzar a verlo terminado, después de la grata sorpresa que todos nos llevamos la pasada campaña y del tiempo que hemos implorado para verlo sin pistas de atletismo. La Real reinaugura su casa (sábado, 18.30 horas, Reale Arena, MiTele) y lo hace ante uno de los rivales importantes de la Liga, el Atlético de Madrid, y con el inicio de un largo periodo sin su capitán, Asier Illarramendi, tras la lesión sufrida en el derbi. Y con la ilusión de saber si esta Real joven y cont antas caras nuevas va a conseguir esta temporada que su estadio sea el fortín que, para empezar, consolide el buen arranque, pese a la triste derrota en San Mamés, que ha sumado cuatro puntos para el equipo txuri urdin. En cualquier caso, Kaixo Anoeta ('Reale Arena'), que muchos años de gloria te esperen.
Cada semana es una constante, va a haber tortas por entrar en la convocatoria. Y eso que hay dos lesionados que reducen las opciones de Imanol. Esas bajas, de sobra conocidas, son las de Illarramendi, cuya ausencia se intuye ya que será más prolongada de lo que se esperaba al principio, y Sagnan, que aún no ha debutado en partido oficial. Por tanto, el técnico realista tenía que hacer cuatro descartes y los cuatro son canteranos. No estarán ante el Atlético por decisión técnica dos laterales, Gorosabel y Aihen Muñoz, un centrocampista, Pardo, que no parece que vaya a tener hueco ni con la ausencia del capitán, y un atacante, Barrenetxea, que ahora mismo está lejos del protagonismo que se ganó a finales de la pasada campaña. En las incorporaciones, los nombres propios son los de Aritz Elistondo, Guevara y Monreal, que disfrutará de sus primeros minutos con la camiseta txuri urdin.
Aunque se haya hablado de esta jornada como la señalada para el debut de Remiro, da la impresión de que Moyá se mantendrá bajo palos. Montreal debutará como titular en la banda izquierda y la derecha será para Zaldua, quedando el centro para Llorente y, probablemente, Aritz. Zubeldia será el primer encargado de sustituir a Illarra, en un centro del campo que completarán con Merino y Odegaard, sin descartar tampoco la presencia de Zurutuza en el once. Por delante de ellos Oyarzabal es fijo, mientras que tanto Januzaj como Willian José han puesto en peligro su titularidad con sus flojas actuaciones hasta la fecha, con Portu e Isak haciendo méritos para colarse en el once inicial. Aunque Imanol se ha acostumbrado a darnos alguna que otra sorpresa, tienen más opciones de empezar el partido ante el Atlético en el banquillo Le Normand, Guevara y Sangalli.
Llega el líder invicto a Anoeta. El Atlético de Madrid suma tres victorias en tres partidos, el único conjunto que ha hecho pleno en la Liga española y por tanto primer clasificado con nueve puntos, dos más que sus primeros perseguidores. La Real, con una victoria, un empate y una derrota, todo en partidos disputados lejos de su estadio, se encuentra en la decimotercera posición con cuatro puntos. Todavía es pronto para sacar conclusiones de la clasificación, pero no conviene perder de vista que Europa está a un solo punto y que los puestos de descenso está ya a tres. El Atlético ha marcado al menos un gol en su tres partidos jugados y solo ha encajado en el último, en el Wanda ante el Eibar. La Real solo ha marcado dos goles, una cifra que solo supera las de los dos últimos clasificados, el Leganés, que ha marcado uno, y el Espanyol, que todavía no se ha estrenado.
Real Sociedad y Atlético de Madrid se han visto las caras en Anoeta en 67 ocasiones, siempre en Primera División, y casi la mitad de ellas, 34, se saldaron con victoria local. El cuadro madrileño puntuó en las restantes, con 19 triunfos y 14 empates. La Real logró su mayor goleada ante los colchoneros en la temporada 1951-1952, 6-1 con goles de Alsua, Barinaga, dos de Igoa y Ontoria. El 0-4 de las temporada 1984-1985 y 2011-2012 son en cambio las victorias más holgadas del Atlético en Donostia. Durante mucho tiempo Anoeta fue un escenario maldito para los madrileños, no ganaron hasta su decimotercera visita y perdió en diez de las doce primeras. Tras el ascenso, las cosas se han equilibrado mucho. Cierto es que el Atlético ganó en cinco de sus primeras seis visitas desde 2010, pero en las últimas cinco hay tres victorias de la Real.
La pasada temporada, la 2018-2019, el triunfo fue rojiblanco, y fue la primera derrota de Imanol desde que cogió por segunda vez los mandos del equipo txuri urdin. El partido, de pocas ocasiones, comenzó torcido para la Real por la temprana lesión de Willian José, y se solucionó a balón parado, de la manera más dolorosa para el equipo txuri urdin. A la media hora, Morata hizo el primer gol de cabeza, rematando un córner sin oposición después de que el balón fuera peinado en el primer palo. El propio Morata hizo el segundo solo tres minutos después, también con la testa pero esta vez tras el saque de una falta lateral a cargo de Koke. La expulsión del propio Koke por doble amarilla con media hora por jugar dio algo de intriga al partido, pero la Real nunca pareció demasiado cerca de la remontada y sus pocos intentos serios los desbarató un Oblak soberbio como siempre. Con el partido muy abierto, el Atlético también dispuso de alguna opción para ampliar el 0-2 que al final ya no se movió más.