Parece que el sueño de Álex Remiro sigue siendo tan largo como la historia interminable de Michael Ende. Tras dejar el Athletic Club para irse a la Real Sociedad, el portero navarro, transcurridas las cuatro primeras jornadas de LaLiga Santander, sigue sin poder poner en su currículum que es un portero que ha jugado en primera división.
El camino parecía despejado tras su fichaje y la marcha del argentino Gero Rulli a Francia. Pero su actual entrenador, Imanol Alguacil, ha preferido apostar por la veteranía de Miguel Angel Moyá bajo palos. El meta balear, a sus 35 años de edad, y con mucha mili hecha, le ha devuelto la confianza con sus buenas actuaciones.
Y eso que el tanto de Raúl García en el derbi de San Mamés le costó algunas críticas en Donostia por jugar demasiado adelantado. Sea como fuere, en la inauguración del Reale Seguros Stadium de Anoeta hizo un gran encuentro ante sus excompañeros del Atlético de Madrid.
Moyà sale muy reforzado de ese partido, al realizar dos grandes intervenciones en las únicas ocasiones en las que el equipo líder, el del 'Cholo' Simeone, se acercó a la portería txuri urdin. Ambas las resolvió con acierto, generando un gran montón de aplausos de una grada repleta, con cerca de 35.000 espectadores.
Un acierto que parece alejar el momento en el que el guardameta de Cascante pueda verse en la tablilla de titulares. Se fue de Bilbao con ganas y hambre de triunfar, pero de momento parece gafado. Remiro deberá seguir esperando la gran oportunidad de su vida para demostrar las condiciones que en categorías inferiores de Lezama y en la SD Huesca demostró tener.
En verano, en plena Aste Nagusia, el Athletic Club y San Mamés se reencontraron con un viejo conocido en el derbi ante la Real Sociedad. En las filas de los donostiarras viajaba hasta Bilbao Álex Remiro, que regresaba por primera vez desde su salida el pasado mes de junio.
La 'Catedral' recibió al meta de Cascante con tímidos pitos cuando salía a calentar al verde con Moyá y Luis Llopis. Los aficionados de la Real Sociedad respondieron a su vez con aplausos para el portero navarro, a quien se le pudo ver fundirse en un abrazo con Patxi Ferreira, segundo de Gaizka Garitano. Nada más se supo ya de él aquella noche.
Fue Álex Remiro unilateralmente quien decidió no renovar su contrato con el Athletic Club. Que con la nueva directiva de Aitor Elizegi le propuso sentarse a la mesa para negociar. Pero el meta se dio mus del asunto y canceló cualquier opción de reconducir la situación.
La salida de Kepa al Chelsea le daba la oportunidad de convertirse en el meta titular de los rojiblancos, o de al menos pelearlo con Iago Herrerín. Aún así, Remiro optó por no extender su vinculación con los leones y esto le condenó a una temporada de ostracismo. No jugó ni un solo minuto, siendo un par de amistosos a puerta cerrada sus únicas apariciones en todo el curso