Faltaban tres minutos para el 90 cuando Mikel Oyarzabal vio tarjeta amarilla porque el colegiado consideró que estaba perdiendo tiempo al retirarse del terreno de juego para que entrara Barrenetxea, cuando ningún artículo recoge que un jugador debe marcharse corriendo. Está penalizado perder tiempo, pero no lo hizo el eibarrés, simplemente cedió el brazalete de capitán y se dirigió al banquillo.
Curioso por lo menos teniendo en cuenta que los jugadores txuri urdin habían sido objeto de duras entradas a lo largo de los 90 minutos y que solo fue expulsado Pape Cheikh por doble amarilla tras dos faltas. Es el segundo partido consecutivo en el que ocurre. El más cercano es de esta pasada jornada 10 en Balaídos. Para empezar, la falta de Hugo Mallo sobre Mikel Oyarzabal. Falta que bien podría calificarse de agresión ya que fue directo a la pierna del jugador sin querer disputar el balón.
Ojo a la entrada criminal de Hugo Mallo a Oyarzabal. El árbitro justo detrás de la acción y solo ve la amarilla. El VAR ni le dice que es de roja. pic.twitter.com/m3vyeStUf4
— Jose Miguel (@JosemiNavarrete) October 27, 2019
El jugador del conjunto celeste solo vio amarilla estando el colegiado justo detrás, por lo que pudo observar la jugada completa. Ni siquiera el VAR revisó la jugada. Con el 0-1 en contra y ante la situación de impotencia, el siguiente futbolista del Celta de Vigo en entrar 'con todo' a un jugador de la Real fue Iago Aspas, que encima protestó airadamente al árbitro e increpó a Mikel Merino, al que había dejado en el suelo. La falta en sí ya era de roja, pero si solo vio una amarilla por la entrada, debería haber visto la segunda por su reacción. Nada. El gallego continuó en el campo.
La semana pasada frente al Real Betis sucedió lo mismo. Ante la situación de impotencia por verse debajo en el marcado, Javi García casi le partió la pierna a Martin Odegaard. El árbitro Soto Grado, que solo estaba a un metro, simplemente pitó amarilla. La jugada no solo despertó la 'ira' de los seguidores txuri urdin, sino la perplejidad del resto de aficionados al fútbol, que mostraron su sorpresa en redes sociales al no haber sido expulsado el jugador bético. Tampoco el VAR actuó en esta ocasión. Al parecer las duras faltas que están sufriendo los futbolistas blanquiazules deben 'jugar' en otra Liga.
📺 Muy preocupante el nivel del VAR en la presente jornada.
Para el señor Álvarez Izquierdo, árbitro de la sala VAR, esta acción de Javi García con los tacos al tobillo de Odegaard tan solo debe ser amarilla. Increíble. ❌ pic.twitter.com/DO2eNOwuiC
— Archivo VAR (@ArchivoVAR) October 20, 2019