Las primeras eliminatorias de la Copa del Rey generalmente son un buen momento para las rotaciones, siempre y cuando estas sean bien llevadas, con un andamiaje, ya que las revoluciones no siempre acaban bien. Además cabe pensar que este nuevo formato de competición puede aligerar fechas pero sin duda está encaminado a generar las sorpresas que tanto se alaban, por ejemplo, del fútbol inglés.
En ese escenario, ante el Becerril, habrá que ver si Rubén Pardo, hasta ahora inédito en esta edición de LaLiga Santander pese a que Imanol ha destacado lo bien que entrena pero que tiene mucha competencia por delante, tendrá su oportunidad o tampoco en Copa. Recordar que el riojano de Rincón de Soto, que termina contrato el 30 de junio, no tiene oferta de renovación (ni la va a tener) y a partir del 1 de enero es libre para negociar con cualquier otro equipo.
Es un caso el suyo ciertamente particular. Porque, aún señalando el propio técnico oriotarra que "es uno más", quien no está pudiendo disfrutar tanto de este gran momento por el que pasan los blanquiazules es Rubén Pardo. Quien no juega nunca lo pasa del todo bien.
"Me hace ilusión que me preguntéis por Rubén. Además de decírselo a él se lo he dicho delante plantilla. Que sepáis todos que es un chaval que está entrenando como si se jugara la vida en cada entrenamiento, un chico al que le estoy poniendo en diferentes puestos y solo puedo hablar maravillas de él. Entrena como nunca, pero tiene a dos jugadores por delante suyo que entiendo que ahora lo están haciendo de maravilla, y por eso no está entrando, pero lo que hace Rubén tiene mucho mérito y valor".
Estas palabras de Imanol Alguacil corresponden al ya lejano 4 de octubre, y desde entonces la situación no ha cambiado mucho para el riojano. Más bien nada. Veremos por tanto si la Copa contra un rival de Tercera División puede significar un punto de inflexión para él.