¡Hagan las maletas que nos vamos a Sevilla! Como diría Imanol Alguacil. ¡Vamos Dios! Sí, ahora ya es una realidad. No digan que fue un sueño. La Real Sociedad es finalista de la Copa del Rey. ¿Cómo les suena? Claro que sí, música celestial. Quizás lo de menos ahora es cómo se desarrolló el encuentro, que por cierto se ganó 0-1. Vale, no fue el partido más brillante de la historia, pero sí un partido que hará historia en la entidad txuri urdin.
Hace 33 años la Real hizo vibrar a su afición levantando el título en Zaragoza. Ahora, un 4 de marzo de 2020, la Real Sociedad ha vuelto a lograrlo. No la Copa, pero sí el billete para lograrla. El 18 de abril apunta a ser una fecha muy grande.
Remiro, Zaldua, Le Normand, Aritz, Monreal, Zubeldia, Merino, Odegaard, Januzaj, Oyarzabal y Willian José, más Isak, Barrenetxea y Guevara en la segunda parte hicieron posible el objetivo. Pero no los únicos. La Real no lo hubiera logrado tampoco sin Moyá, Zubiaurre, Gorosabel, Llorente, Aihen, Zurutuza, Sangalli y Portu, sin olvidar a Rubén Pardo o incluso Sagnan, también lo lograron. Porque no hablamos de una plantilla. Hablamos de un equipo dirigido por el mejor capitán que hay en la actualidad: Imanol Alguacil.
Ganaron los txuri urdin con el plus además de no perder a ningún jugador ni por lesión ni por sanción. Todo salió redondo. Incluso el ambiente previo. Pero no es momento de decir o de escribir. Es momento de vivir, de sentir y de disfrutar. Esto es cosa de toda la familia realista. Gracias por permitirnos saborear este sueño. 'Gallina de piel'.
La Real Sociedad salió muy metida en el partido y presionando muy arriba, aunque fueron los locales los que botaron el primer balón desde la esquina. El Mirandés quería apretar, llegar, pero se encontró con una Real muy concentrada desde el inicio.
La primera llegada buena se produjo a los 6' con un centro de Monreal que Januzaj cabeceó fuera ligeramente desviado. Los de Imanol salieron a apretar mucho para impedir así a los de Iraola desplegar su juego y no perder el balón en zonas comprometidas.
La intención de los locales era llevar peligro en jugadas de velocidad, y de ahí que Remiro optara más por jugar en largo para no comprometer al equipo. En el primer cuarto de hora apenas se registraron ocasiones de peligro. Los txuri urdin dejaban que la iniciativa fuera de los burgaleses y no les preocupaba, en principio, no tener mucho la pelota.
Aritz Elustondo cortó un buen balón cuando Matheus se iba en velocidad y acto seguido los realistas botaron un córner. Aunque por momentos parecía que la Real estaba incómoda sobre el terreno de juego por otros daba la impresión que tenía claro qué tipo de partido era y por lo tanto, cómo controlarlo.
Sin embargo poco a poco empezaba a apretar más el Mirandés que dejaba clara su idea: balón a banda y centro, o jugada en largo buscando al brasileño. Poca circulación de la pelota por el momento de los txuri urdin que necesitaban generar algo más de peligro para que los locales no se fueran arriba.
Y esta jugada esperada se produjo en el 25' con un zapatazo espectacular de Willian José desde fuera del área según le caía el balón que logró desviar el meta Limones. Era lo que había que hacer. Al menos, asustar.
En el 27' saltaron las alarmas. Y es que Ander Guevara comenzó a calentar por la banda. Aritz se había quedado dolorido tras una jugada anterior y 'por si aca', el oriotarra puso a calentar al vitoriano. También saltaron a la banda Portu y Barrenetxea, en este caso por una entrada dura sobre Oyarzabal. Afortunadamente el bravo eibarrés pudo continuar.
El 0-0 se mantenía a la media hora de partido. Y eso que el Mirandés estuvo a punto de marcar de cabeza por medio de Sergio, pero el central no le dio bien. Primer susto grande. Pero acto seguido la ocasión clara fue para la Real y Januzaj estuvo a punto de prolongar su racha, pero su remate lo desvió a córner Limones.
No estaba siendo un buen partido, y estaba claro que la emoción principal llegaba por la incertidumbre del resultado. Hasta el momento la Real mantenía su ventaja, pero era una superioridad mínima. En los últimos minutos de la primera parte estaban mejor los txuri urdin que estaban apareciendo más en el área contraria. Y fue en el 39' cuando las cosas se pusieron mucho mejor para los guipuzcoanos.
Internada de Zaldua y mano clara de Malsa dentro del área. Sánchez Martínez no dudó en pitar penal máxima, y por supuesto, Mikel Oyarzabal, no falló desde los once metros. Subidón. El sueño estaba más cerca.
Este gol podía tranquilizar mucho el partido ya que hasta el 0-1 estaba bastante igualado. Pero eso sí, cero confianzas. Sin ser un encuentro brillante vistoso, los realistas al menos estaban logrando que el esférico estuviera lejos de su portería. Además, y como era de esperar, los txuri urdin seguro que iban a ver puerta como sucedió con el tanto del eibarrés.
La primera parte terminó con un remate raso de Merino, que detuvo por bajo Limones. Descanso. Quedaban 45 minutos para la gloria.
La segunda parte arrancó sin cambios y con una gran oportunidad para los txuri urdin de aumentar su ventaja. Latigazo de Januzaj que pegó en el larguero. Una pena porque este gol hubiera sentenciado prácticamente la eliminatoria. Era la mejor manera de evitar una salida en tromba del Mirandés.
La presión del Mirandés comenzaba a dejar espacios que facilitaban las llegadas de la Real, que ahora sí combinaba ya más.
Daba la sensación de que el segundo de la Real estaba más cerca que el primero de los locales. Seguía corriendo el reloj y era el momento de la calma. No había prisas. La eliminatoria estaba controlada. Pausa. Imanol introdujo a Isak, en lugar de Willian José.
Pasaban los minutos pero los txuri urdin estaban muy serios. Las sensaciones eran buenas. De hecho tampoco el Mirandés había vuelto a generar apenas peligro, salvo en un remate de Matheus a centro de Franquesa. El segundo cambio fue el de Oyarzabal por Barrenetxea.
Poco a poco la impresión era que los de Andoni Iraola empezaban a dar por perdida la eliminatoria. Quedaban diez minutos...
En la recta final no pasó nada más reseñable salvo el tercer y último cambio de Guevara por Odegaard y un gol anulado por fuera de juego a la Real. Aun así que largo se estaba haciendo, pero...
¡El árbitro pitó el final! Anduva estalló en txuri urdin y la Real logró su billete para la final. Solo queda esperar para saber quién será el rival. En estos momentos quizás ya es lo de menos. Continúa el sueño.
La Real Sociedad ya está en la final. Este jueves sabrá si su rival del 18 de abril en La Cartuja (Sevilla) será el Granada o el Athletic Club. Hasta entonces deberá seguir con paso firme en LaLiga Santander, y este sábado los txuri urdin tienen un hueso duro de roer: el FC Barcelona. Será el partido correspondiente a la jornada 27 y se disputará el sábado 7 de marzo, a las 18.30 horas, en el Camp Nou.
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