Si algo tiene claro Xabi Prieto es que "nunca" se ha arrepentido de la decisión tomada hace dos temporadas de dejar la práctica profesional de fútbol. También parece que de momento no le 'llama' el seguir ligado a este deporte bien sea como entrenador o como director deportivo. Ahora está disfrutando de la familia, del tiempo libre, de leer. Así lo confiesa en '¿Hablamos de Fútbol?', el podcast del periodista Felipe de Luis, en una entrevista que le hizo antes de que parara la competición por la pandemia del coronavirus.
-¿No te ha entrado el 'gusanillo' de entrenar o una dirección deportiva?
"De momento no. Cuando decidí retirarme sí que pensaba que me iba a 'tirar' o que me iba a llamar, que no iba a ser capaz de vivir sin fútbol, pero ha sido todo lo contrario. Ha sido dejarlo y descubrir otro mundo. El tener ahora mismo la necesidad de contar con tiempo libre para mí, lo valoro mucho. Disfrutar mucho con mis tres niños, hacer deporte a las mañanas, leer, estar tranquilo... ahora mismo no lo echo de menos. Veo mucho fútbol en casa, eso es cierto, y voy a Anoeta como un aficionado, pero nada más. A veces viajo para ver partidos de la Real Sociedad o de otros equipos, pero desde la lejanía y la tranquilidad de no tener la responsabilidad que puede tener un cargo como el de entrenador o director deportivo, que es muchísima, como la exigencia de tener que estar prácticamente 24 horas pensando en fútbol".
-¿Qué es lo que más has aprendido con el paso de los años y cómo te vas convirtiendo en un jugador más completo?
"Sobre todo al entender mejor el juego y entender qué necesitaba el equipo de ti. El hecho de llevar años y muchos partidos te hacen eso, tener peores condiciones físicas, no ser tan rápido ni saltar más y llegar antes al balón, pero sí quizás el hecho de leerlo antes te haya llegar antes y saber dónde colocarte. Sabes dónde está el espacio y sobre todo disfrutar más. Cuando eres joven por tus condiciones vas haciendo las cosas un poco sin pensarlas, y a medida que pasan los años eres más consciente de lo que ocurre en el terreno de juego y creo que me pasó a mí y nos pasó a casi todos".
-¿Cómo diferencias el tratar de hacerlo más bonito o el jugar más efectivo?
"Yo creo que cuando eres joven tratas de lucirte más o le das más importancia a eso, pero a medida que pasan los años te das cuenta que lo que importa es la efectividad y tratar de hacer lo que toca en cada momento. El hacerlo bonito o intentar cosas nuevas lo dejas para los entrenamientos, y la efectividad y lo que toca en cada momento lo llevas a cabo en los partidos".
-¿Solías practicar muchos caños?
"Tampoco me considero un jugador que buscase mucho el hacer caños. De joven sí que me encantaba el buscar el caño entrenando y jugando con los amigos, algo que al final es una tontería, es un regate más, un recurso más, pero lo veo así. Es verdad que estéticamente queda más bonito, pero no deja de ser más efectivo que una bicicleta, o un autopase. Por lo tanto cuando veía la posibilidad de que saliese el caño lo hacía, pero no por estética o por tratar de humillar al rival, sino porque creía que era una buena opción para dejarlo atrás".
-¿Qué es lo que más te gustaba hacer en tu posición?
"Seguramente lo más difícil es ser capaz de entender lo que quiere o lo que necesita el equipo. Ser capaz de entender cuándo hay que presionar arriba, cuándo el bloque tiene que estar bajo. Cuando eres joven te das cuenta que hay mucha gente que no entiende el juego. Hay gente con 20 o 21 años con unas condiciones de juego fabulosas, pero no son capaces de meterse en el partido, y seguramente en el fútbol de hoy en día todos tienen muy buenas condiciones, pero eso lo que hace es poder marcar la diferencia".
-Solo te pararon un penalti, y fue en un derbi...
"Sí, tras 25 penaltis fallé en uno. Fue contra el Athletic Club, en un partido que perdimos en casa, y al final siempre escuece fallar. Pero el jugador está preparado para ello. Sabes que es una posibilidad, y estoy súper orgulloso y lo hubiera firmado con los ojos cerrados cuando empecé a tirar penaltis. Si me dicen que en toda mi carrera solo iba a fallar uno, lo hubiera firmado".
-¿Nunca te llegó la oferta nunca en el momento adecuado, o era completamente imposible irte de la Real?
"Decir que era prácticamente imposible, igual no, porque cuando eres joven no tienes la mentalidad que tenía con 28 o con 30 años. Con 28 o 30 sí que era imposible porque tenía clarísimo que iba a terminar mi carrera en la Real ya que no me veía en otro sitio. Creo que no hubiera sido feliz lejos de San Sebastián, lejos de mi familia y lejos de mis amigos.
No hubiese podido ser feliz y un jugador, si no está contento en un sitio, seguramente no le vayan a ir bien las cosas. Yo he tenido la suerte de poder decidir y pasar toda mi carrera en el club en el que he soñado jugar, y en ese sentido me siento súper privilegiado. De pequeño iba a Atocha con mi padre, con mi tío, y soñaba con vestirme esta camiseta alguna vez. Haberlo hecho después de 500 veces es una pasada".
Xabi Prieto: "Una de las cosas de las cuales me siento más orgulloso es el haber jugado en Segunda con la Real, y haber vivido el ascenso, que fue maravilloso"
-¿La opción fue entonces con 24 o 25 años?
"No, porque incluso cuando descendimos a Segunda División hubo opciones. Me acuerdo que hubo la opción del Ajax y del Valencia, equipos importantes que jugaban en Europa, y en ese sentido a pesar de mi juventud tenía la madurez o responsabilidad de haber bajado a Segunda, y de intentar ascender. Es una de las cosas de las cuales me siento más orgulloso. El haber jugado en Segunda con la Real y haber vivido el ascenso, que fue maravilloso. Luego volver a jugar la Champions con la Real en Old Trafford, jugar contra el Bayer Lerverkusen... momentos únicos que, a pesar de haber conseguido un título en algún otro club, seguramente no hubiera sentido lo que sentí en esas noches con la Real Sociedad".
-¿Tienes la espina clavada de no haber podido jugar con la selección?
"Cuando estás ahí siempre es una opción, pero al final la época en que yo jugué creo que fue la mojar de la selección española, y entendía perfectamente que hubiera jugadores muy buenos y que no me llegase la oportunidad. Lo asumí con total naturalidad y tuve la oportunidad de jugar en la sub 21 con grandes jugadores. En ese sentido no es ninguna espina clavada para mí. Que me hubiera encantado tener esa experiencia, pues sí, seguramente sí, pero no me llegó la oportunidad o no fui lo suficientemente bueno para los seleccionadores, y hay que asumirlo".