Pablo Eduardo Sisniega Fink es un portero mexicano de 1.93 de estatura, que cuenta con la nacionalidad mexicana, estadounidense y alemana. Un chico que se marchó del Sanse, el filial de la Real Sociedad, hasta el Los Angeles Football Club, el equipo de la MLS americana cuya gran estrella es el ex txuriurdin Carlos Vela.
Hijo de dos atletas olímpicos, el guardameta de 24 años de edad quiere convertirse a no tardar mucho en el portero titular del LAFC. "Claro, mi objetivo siempre ha sido ganarme el puesto, lo veo como una posibilidad, igual debo trabajar para lograrlo", cuenta a ESPN.
Pablo comparte vestuario con su compatriota Carlos Vela, al que conoce muy bien ya que estuvo viviendo en San Sebastián cuando en 2014 firmó con la Real. "Me fui con 16-17 años y estar ahí, seis años y medio, fue una etapa muy grande en mi vida", ha explicado.
"Hice tres pretemporadas con el primer equipo, no tuve la suerte de terminar de desarrollarme ahí porque tuve lesiones que me frenaron el camino que llevaba, pero todo pasa por algo porque eso me llevó a estar hoy en día aquí", recordó Sisniega.
Debutó con la Real Sociedad B en 2014. "En la primera pretemporada, estábamos en Holanda, y del segundo equipo fuimos pocos. Me dijeron que me iría al cuarto con Carlos. Fue la primera vez que pude convivir con él", recordó Pablo en su entrevista.
"También en su momento me tocó estar con Diego Reyes y con Hector Moreno. La Real Sociedad ha tenido muchos mexicanos en distintas etapas y me ha tocado vivirla con todos. Cuando estás ahí en San Sebastián, lejos, cuando viene un paisano tratan de estar juntos", agregaba.
“Admiro muchísimo a Carlos, con todo lo que ha hecho en el fútbol, es un referente en México”, aseguró Sisniega en declaraciones recogidas por Univision. “Conmigo se ha portado siempre muy bien, en San Sebastián en la primera pretemporada que tuve con el equipo me quedé con él en el hotel y me ayudó mucho a adaptarme, a meterme con el grupo”, recordó.
“Aquí también me ha ayudado, está siempre dispuesto a ayudarme con lo que haga falta. Es un ejemplo y lo admiro mucho”, comentó el portero en relación a ‘El Bombardero’.
El mexicano recordó también el golpe recibido que le obligó a pasar por el quirófano para extirparle el bazo, una desgraciada jugada que ocurrió justo cuando volvía a una titularidad ocho meses después con el Sanse: “La del bazo fue una lesión peligrosa, me dejó una cicatriz en el estómago, pero luego el miedo se me quitó”, explicó.