Si hay un futbolista cuyo estado físico preocupa especialmente en la Real Sociedad, ese es Martin Odegaard. La lesión que arrastra el noruego desde hace varios meses le impidió estar junto al equipo frente al Getafe y su tolerancia al dolor será la que indique cuántos partidos puede jugar de aquí al final de temporada y cómo puede hacerlo.
Odegaard tiene una tendinopatía rotuliana en la rodilla derecha. Una dolencia con la que lleva bastantes meses.
Para esta lesión no hay tratamientos eficaces al 100%, aunque el club txuri urdin ha probado todo lo que ha tenido a su alcance: fisioterapaia, ejercicios personalizados, intentar regular la carga... y hasta ahora ha ido aguantando.
Cuando peor estuvo fue en enero, pero aguantó hasta el confinamiento, y en aquel momento estaba aguantando bien. En la Real Sociedad se pensaba que durante la cuarentena podía recuperar bien, y mientras tanto el club aprovechó para hablar con otros especialistas.
Tras la vuelta a los entrenamientos después del confinamiento, Odegaard se sintió relativamente bien, aunque no estaba al 100% en las primeras semanas. Pero el noruego volvió a sentir dolor hace unos días en el encuentro frente al Real Madrid.
Frente al Celta se sintió de nuevo incómodo y el club ha comenzado a moverse para buscar una solución ahora, o bien al finalizar la temporada. En Barcelona se consultó su caso, y de momento por lo que se ha optado es por explorar otro tipo de tratamiento para tratar de evitar el quirófano, algo que ahora no se contempla.
La idea es que de aquí a final de temporada pueda jugar algo y cuidarle con cargas de entrenamiento y fisioterapia. Como el propio Imanol reconoció este pasado miércoles, jugará de aquí al final de temporada, pero no todos los partidos.
El Real Madrid está informado sobre la lesión de Martin Odegaard y todo lo que se está llevando a cabo es pensando en su futuro, y no solo hasta final de temporada. El Real Madrid no ha puesto ningún impedimento a las decisiones que se están adoptando y a la voluntad del jugador en este proceso.
La idea es que Imanol pueda contar con él en función de cómo se encuentre, por lo que su participación está supeditada a la tolerancia al dolor.